Alertan sobre la falta de crecimiento y el avance de la política sobre la economía
MAR DEL PLATA.- La preocupación del rumbo de la política por sobre la economía, el fenómeno de los populismos en varios continentes y su impacto a nivel mundial quedaron remarcados por el espec...
MAR DEL PLATA.- La preocupación del rumbo de la política por sobre la economía, el fenómeno de los populismos en varios continentes y su impacto a nivel mundial quedaron remarcados por el especialista y consultor chileno Andrés Velasco Brañes, que en la jornada inicial del 60° Coloquio de IDEA planteó inquietud para países emergentes frente a un fenómeno de fragmentación que ha detenido el proceso de globalización.
“En este mundo incierto el mundo crece poco y la excepción es Estados Unidos, a pesar de todo”, apuntó quien es decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economic and Political Science y fue convocado para exponer aquí sobre “Hacia dónde va la economía global: Oportunidades y desafíos para Argentina”.
Habló de seis grandes tendencias políticas y sobre todo económicas, con un mundo que ha cambiado en ambos aspectos. “La política no está bien”, concluyó sobre una mirada amplia por los rincones del mundo y contrastó con aquello de “Es la economía, estúpido” que marcaba un rumbo para ganar elecciones en Estados Unidos. Citó la amenaza que para Europa representa, por ejemplo, el contexto de guerra entre Rusia y Ucrania que se está dando a dos horas y media de vuelo.
Por otro lado apuntó a China y la consolidación de su perfil cerrado y “más autoritario”, más la situación de Taiwán, que señaló con extrema preocupación. “Es cataclismo”, dijo por la tensión entre el gigante de Asia y Estados Unidos. “Marcará al mundo por los años que vienen”, aseguró. Y se preguntó por el riesgo de un conflicto bélico mucho mayor en Medio Oriente. “¿Lo reflejan los activos? No plenamente”, concluyó frente a bolsas que todavía no aparecen impactadas.
A criterio de Velasco Brañes, que fue ministro de Hacienda de Chile durante la gestión de Michelle Bachelet la calidad de la política va decayendo, en particular en América Latina. Citó el populismo presente en la región y hasta se atrevió a ironizar con la situación de Argentina: “¿Lo inventaron ustedes?”, planteó y ganó primeras sonrisas en el auditorio. Pero pronto aseguró que frente a los populistas de este extremo del continente “Donald Trump es apenas un aprendiz”. Expresó preocupación porque es un modelo que está presente en muchos puntos del mundo y que podría volver a Estados Unidos. “Muchos de los populistas se vuelven cada vez más autoritarios”, advirtió y recordó que “gobiernan mal pero ganan elecciones”.
Por eso insistió en que la calidad de la política en el mundo “está por los suelos” y, como consecuencia, “la economía también está mal”. Y como consecuencia citó que el proceso de integración mundial que se había dado en últimas décadas derivó por estos tiempos en una fragmentación. “A la globalización le han han puesto una pata en el freno a la globalización”, aseguró y citó aranceles y otros elementos que complicaron ese camino.
De las seis tendencias que puntualizó en su exposición remarcó en particular la aparición de lo que llamó la geoeconomía, un mix de economía y seguridad nacional. “Es el tema”, dijo sobre decisiones gubernamentales que están enfocadas en evitar que empresas internacionales manejen datos de su población y sus comportamientos.
Se preguntó si el mundo se divide en dos bloques comerciales qué deberá hacer el resto de los países. Ahí volvió a citar la dependencia que mayoría de occidente tiene con China y su poderío de compra de bienes. “Esa tensión marcará los dilemas de muchos gobiernos aquí y en el resto del mundo”, especuló.
Marcó, en otro aspecto, el regreso de las políticas industriales y allí señaló a Estados Unidos como punta de lanza en esta tendencia. “Puede ser buena o mala, se verá”, dijo y lo rescató como el único país que crece bien mientras el resto lo hace en menor magnitud. De nuevo puso a China sobre la mesa, de la que describió que “ya no es la locomotora ni crece ni va a crecer como creció”. En ese mundo que definió como “más incierto y volátil”, también América Latina está creciendo menos.
¿Qué datos optimistas marcó para la región? Apuntó una pequeña recuperación pospandemia y oportunidades, por ejemplo, con empresas que se están yendo de China y que, por ejemplo, dijo que están eligiendo radicarse en México por su acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.
De la Argentina y la zona rescató la capacidad que tienen con la creación de energías limpias, por ejemplo. Dijo que en un mundo que está “en transición verde”, con inversión de por medio pueden darse buenos avances.
Y recordó que hay en el mundo una revolución tecnológica en marcha. “Hay que exportar algo más que bienes, hay potencial para servicios, incluyendo IA y tecnología que nos dan una mano”, señaló el economista. Lo llamó “la revolución del Zoom”. Entonces alentó a “ponerse las pilas” y arrancar porque la ventana de oportunidad se puede cerrar.
Sobre el final aceptó algunas preguntas sobre actualidad económica y política. Le consultaron sobre el dólar, al que mantuvo a salvo como reserva de valón al menos a corto y mediano plazo. “Es la única moneda que con malas noticias de su país sube su cotización”, dijo.
Frente a la elección en Estados Unidos, en noviembre próximo. “El mercado interpreta que Trump es más peligroso para la inflación que Harris (Kamala)”, advirtió. Lo explicó porque ambos gastan pero los demócratas suben y los republicanos bajan impuestos. También señaló a Trump con amenaza para la independencia de la Reserva Federal.
Por último le consultaron por las criptomonedas y el fenómeno mundial que protagoniza desde hace varios años. Como economista fue contundente al definirlas: “Son un desfalco”, dijo y consideró que al no tener un bien de respaldo su único sustento en el mercado es que “solo las tiene alguien que cree que alguien se las va a comprar”.