Lo último Escuchar artículo

Atrapados. Qué tan cerca están los adolescentes del mundo de grooming que describe la serie

Malena, de 16 años tenía que estar en clases de intensificación, para ver si aprobaba las materias que había arrastrado. Pero no se presentó a ninguna clase. Sus ausencias llamaron la atenció...

Atrapados. Qué tan cerca están los adolescentes del mundo de grooming que describe la serie

Malena, de 16 años tenía que estar en clases de intensificación, para ver si aprobaba las materias que había arrastrado. Pero no se presentó a ninguna clase. Sus ausencias llamaron la atenció...

Malena, de 16 años tenía que estar en clases de intensificación, para ver si aprobaba las materias que había arrastrado. Pero no se presentó a ninguna clase. Sus ausencias llamaron la atención en el colegio, y alguien del equipo de orientación escolar se acercó hasta la casa. Allí hablaron con sus padres, que tampoco sabían de ella y se activó un operativo de búsqueda. Lograron encontrarla y desactivar el viaje que tenía planeado. Había conocido alguien chateando en un juego en red y después de hacerse amigos, le propuso que viajara a conocerlo, le envió plata para que sacara un pasaje y contactos para tramitar un permiso fraudulento para salir del país. Su destino, Ecuador, donde seguramente se encontraría con una realidad de trata, muy distinta al viaje romántico que le habían prometido. Lograron evitar ese viaje y abrirle los ojos: se había convertido en una víctima de grooming.

La historia bien podría ser parte de Atrapados, la serie que por estos días captura la atención en Netflix, tanto en la Argentina como en el resto del mundo, donde en la primera semana se posicionó como la más vista de habla hispana. Muchos la eligieron como una suerte de secuela de Adolescencia, la serie británica, por la continuidad temática. Es que justamente, el indescifrable mundo adolescente y los usos y abusos de internet hoy están en el centro de la conversación social.

Pero Malena, aunque ese no es su nombre real, no es un personaje de ficción sino un caso real que ocurrió en una escuela bonaerense el año pasado, y que tal como relata el subsecretario de Educación provincial, Pablo Urquiza, se logró detectar y frenar gracias a la pronta intervención del equipo de orientación escolar. Porque esta es una realidad que también toca de cerca a los adolescentes argentinos y que preocupa a los padres.

¿Qué es el grooming? “Es la acción intencional de un adulto para acosar sexualmente a un chico o a un adolescente mediante el uso de internet”, explica Roxana Morduchowicz, doctora en comunicación, especialista en cultura juvenil y consultora principal de Unesco en Ciudadanía Digital. “Se trata de un adulto que se hace pasar por un par de la misma edad que el acosado, con fines sexuales”, explica. Es un delito que se castiga con prisión de 6 meses a 4 años y que figura en el Código Penal desde 2013.

Los números del grooming

¿Cuán frecuente es? Bastante. “Aunque no siempre termina en secuestro, violación o trata, no son pocos los adolescentes argentinos que resultan contactados por estas redes internacionales de pedofilia que encuentran en el uso cada vez más temprano de la tecnología sin supervisión por parte de los chicos, su canal más efectivo para difundirse”, explica Hernán Navarro, fundador de la ONG Grooming Argentina, que cuenta que desde que Adolescencia y Atrapados están en pantalla pasaron de recibir 20 llamados diarios a más de 100. No todos son casos, y muchos derivan en otras denuncias que no están vinculadas con el grooming, pero sí con delitos digitales. Por ejemplo, hay muchas denuncias de adolescentes de quienes se difunden fotos de desnudos creadas por inteligencia artificial y que se venden en grupos de WhatsApp. Los casos que se detectan como configuración de un delito, se denuncian en el mismo día y se da intervención a la Policía Federal y al Ministerio Público Fiscal.

Algunos números que iluminan el problema: cuatro de cada 10 niños argentinos accede a un teléfono celular antes de los 9 años, según una encuesta que hizo Grooming Latam el año pasado entre 17.000 niño y adolescentes de entre 9 y 17 años. Los argentinos son los que más temprano acceden al celular. Cerca del 60% de los chicos argentinos permanecen conectados a internet por al menos 7 horas diarias, sin incluir el tiempo en consolas de juego. El 49% dijeron que conversaron con extraños en redes sociales y juegos online. Siete de cada 10 recibieron propuestas de “noviazgo”, por parte de un desconocido en esos vínculos virtuales. Y al 25% les pidieron “imágenes de desnudez o semidesnudez” por internet. Por otra parte, el 85 % de los chicos argentinos encuestados afirman saber más de tecnología que sus padres, madres o cuidadores”.

El director de Atrapados y cómo se metió en el tema

“No quisimos hacer una serie sobre grooming, o hacer una denuncia sobre las pantallas, sino que es uno de los temas que toca la serie. Pero evidentemente es un tema que está latente y toca. Porque pone en evidencia la enorme desconexión que hay entre el mundo adolescente y el de los adultos”, dice Miguel Cohan, director de la serie Atrapados, en diálogo con LA NACION. Justamente, la serie es una adaptación de una novela del escritor norteamericano Harlan Coben, que en muchos de sus libros aborda ese conflicto generacional. Y lo hace, incluso desde antes de que las redes sociales e internet fueran lo que son . De hecho, la novela original se publicó en 2010, y no emplea el término grooming, porque todavía no se había adoptado ese nombre para llamar así a ese delito. ¿Por qué se decidió ambientar la serie en la actualidad y actualizar algunos conceptos?

Todo se hizo con acuerdo de Coben, que fue productor general, detalla Cohan. El arreglo era tomar la novela como punto de partida y desarrollar la serie como una historia local y actual. Y allí comenzó la tarea. Una experiencia personal le había dado vueltas a la hora de escribir el guion, cuenta. Durante la pandemia, su hijo mayor, que tiene hoy 13 años, recibía todo el tiempo invitaciones de desconocidos con los que había jugado con la Play. “Yo lo vi, porque estaba ahí, pero en otra situación no lo hubiera visto. Y esto le pasa a la mayoría de los chicos que juegan en red. La mayoría son mensajes inocentes, pero es una gran puerta abierta a no sabemos dónde”, dice Cohan.

“Mi hijo más chico empezó segundo grado este año, y en la reunión de padres nos habló la maestra del uso del celular, y eso que la mayoría no tiene. Nos preguntó, si nosotros dejaríamos salir a nuestros hijos a dar vueltas por el barrio, por unas ocho o diez horas y si después les abriríamos la puerta como si nada, sin preguntarles donde estuvieron o con quién, qué hicieron, qué vieron, lo que sea. Esto es lo mismo, solo que no nos damos cuenta”, dice el director de la serie.

View this post on Instagram

A post shared by Che Netflix (@chenetflix)

La sensación de vulnerabilidad y de puerta abierta a muchas cosas, quedó reflejada en la serie en una de las escenas, cuando la protagonista, la periodista Ema Garay, les pregunta a un grupo de chicos de una escuela si alguna vez los había contactado algún adulto o que ellos creyeran que fuera un adulto y que se hacía pasar por alguien de su edad. La mayoría de los chicos levantó la mano.

Fue un proceso similar al que sometían el guion, a medida que lo escribían. “Éramos todos adultos, analógicos, y empezamos a hablar con nuestros hijos. Muchos decían que después de esas charlas descubrían cosas que no se imaginaban. Para nosotros también fue descubrir un mundo nuevo”, cuenta.

Cuando empezaron a filmar, durante uno de los ensayos, Cohan y su equipo se quedaron sentados en una mesa larga con unos 12 adolescentes. Si bien se retrata la vida de chicos de secundaria, por cuestiones legales, todos los actores (a excepción de la hermana de Martina, la chica que sufre grooming) son mayores de 18 años. En la serie, además del tema del grooming aparece el uso de una plataforma que se llama ConX, donde adolescentes publican contenido de tipo sexual y reciben recompensas económicas por hacerlo. Es el equivalente a tener un perfil en OnlyFans, solo que esta plataforma, al menos legalmente no permite que haya menores, aunque hubo denuncias al respecto en Gran Bretaña. “Hablando con los chicos, en esa mesa, les pregunté si ellos conocían alguien que ganara plata de esa forma. O, como ellos me explicaron que se dice, monetizar contenido íntimo, y todos dijeron que sí”, cuenta Cohan.

“Cuando les preguntaba sobre lo que hacía Martina, a todos les parecía normal. A ninguno le sorprendía, lo zarpado, me dijeron era pasar de lo virtual a lo presencial. Como que la noción de peligro para ellos tiene que ver con eso. En lo virtual están o se sienten seguros”, cuenta el director de Atrapados.

“Los padres estamos en territorio desconocido. Sabemos que cuando crecen tenemos que enseñarles a moverse en la calle, con cada vez más cuidados. Pero ese cuidado, cuando lo pasamos al universo de lo virtual, se vuelve más una prohibición, no hagas esto, en un dejá el celular o sacate los auriculares, que en tratar de entenderlo o darles herramientas para que sean autónomos de una manera segura. Siento que dicho así parece que lo tengo muy en claro, pero no es así. Esto se está gestando todo el tiempo, está mutando todo el tiempo, delante de nuestros ojos, la diferencia es que ellos están adentro y nosotros afuera”, asegura Cohan.

La periodista justiciera

“La serie Atrapados aborda una temática tan delicada como urgente: La violencia sexual a niñas, niños y adolescentes en el entorno digital. A través de la figura de una periodista devenida justiciera, la producción se sumerge en casos de grooming, acoso y violencia digital. No obstante, detrás de su loable intención de visibilizar una problemática social, la narrativa incurre en varios errores conceptuales, técnicos y éticos desde el abordaje del delito, que merecen ser señalados”, apunta Navarro.

Y explica que no se busca polemizar ni cuestionar la narrativa de la serie, sino que por el contrario evitar que los padres o adultos que sospechan que sus hijos son víctimas de grooming utilicen ciertas prácticas que están en la creencia popular, pero que ante la Justicia se convierten en esos casos que no se pueden denunciar porque terminan invalidando la prueba. Por ejemplo, cuando los padres chatean con el supuesto acosador, haciéndose pasar por su hijo, tal como hace la periodista. Allí serían ellos los que están cometiendo un delito o instigando a que se cometa uno, se explica. O bien, no podrán denunciar al acosador, ya que en la práctica eran dos adultos chateando, explica Navarro. “Hay que actuar inteligentemente y asesorarse. Muchas de las formas que aparecen en la serie no son las correctas. Tampoco compartimos la forma en que se caracteriza ni al acosador ni como se revictimiza a la víctima, centrando toda la investigación en ella y en su familia, en lugar de enfocarse en el sospechoso”, apunta Navarro.

Morduchowicz explica que el proceso del grooming no es inmediato. Ni de un día para el otro. Los acosadores despliegan una estrategia que puede durar meses y la clave es al principio parecen inofensivos, porque la clave es ganarse la confianza de ese adolescente. Hay cinco etapas que pueden durar meses, dice. La primera es el adulto empieza por construir un vínculo de confianza, a tratar de que la persona sienta que puede relacionarse, seguro. Se vuelve su amigo, con quien chatea todo el día, que lo entiende. La segunda etapa es aislar a la víctima, le dice este es un momento entre vos y yo, no hace falta que le cuentes a tus padres ni a tus amigos.

“La tercera es empezar a incorporar a ese vínculo de confianza, charlas sobre sexo, como las que aparecen en Atrapados, mensajes con doble sentido. La cuarta ya es un periodo de intimidad, o sea, le pide fotos o que haga posteos, como que hay vínculo, se deja de hablar en abstracto. Y la última, las amenazas y más exigencias, del tipo de ‘si no me seguís mandando fotos, videos, voy a subirlo a las redes, voy a contarle a tus amigos, a tus padres’. Junto a las amenazas llegan más exigencias de más acción sexual. Es un círculo difícil de salir porque cuando empiezan las amenazas, la víctima, es menor, siente que su mundo se cae. Es lo peor que le puede pasar. Ser popular y tener muchos amigos es muy importante, es un valor”, explica la especialista.

“Hay recomendaciones que los padres no se tienen que cansar de hacer, aunque sus hijos desafíen los límites. Y es insistir en que no conversen con extraños. Los chicos tienen una sensación de inmunidad, de que a ellos, que conocen la tecnología, no les va a pasar. Pero el problema es que ellos tienen un conocimiento instrumental de la herramienta. Pero no pueden hacer un uso reflexivo o crítico. Es parte de la adolescencia. Pero los adultos no debemos verlos como expertos. Tenemos que preguntarles, interesarnos, meternos. Aunque nos respondan con monosílabos. Dejarlos solos es lo peor que podemos hacer”, dice Morduchowicz.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/atrapados-que-tan-cerca-estan-los-adolescentes-del-mundo-de-grooming-que-describe-la-serie-nid05042025/

Comentarios

¡Sin comentarios aún!

Se el primero en comentar este artículo.
Volver arriba