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Bahía Blanca: el agua y el barro dañaron el único equipo de imágenes de medicina nuclear en la región

El agua y el barro que ingresaron con fuerza a viviendas y comercios de Bahía Blanca y alrededores el viernes pasado dañaron también el único equipo de medicina nuclear de la región para diagn...

Bahía Blanca: el agua y el barro dañaron el único equipo de imágenes de medicina nuclear en la región

El agua y el barro que ingresaron con fuerza a viviendas y comercios de Bahía Blanca y alrededores el viernes pasado dañaron también el único equipo de medicina nuclear de la región para diagn...

El agua y el barro que ingresaron con fuerza a viviendas y comercios de Bahía Blanca y alrededores el viernes pasado dañaron también el único equipo de medicina nuclear de la región para diagnosticar y guiar el tratamiento de enfermedades como el cáncer. Se trata de un tomógrafo PET/TC, equipo que combina la tomografía computada con la tomografía por emisión de positrones en imágenes anatómicas y metabólicas del organismo. Con un millón de consultas por año, en el centro privado donde está instalada la máquina prevén que la reparación, de ser viable, demoraría un mes. En ese tiempo, los pacientes serán derivados a centros de la ciudad de Buenos Aires, La Plata o Mar del Plata, entre los más cercanos.

Horario Berardi, especialista en diagnóstico por imágenes y director médico del Instituto de Especialidades Radiológicas Lavalle 11, pudo entrar a la sede de Chiclana al 300, en el centro de la ciudad, recién al día siguiente de la tormenta. Sobre el barro que cubría las instalaciones, fue hasta la sala donde funciona el equipo desde agosto de 2023. A unos 50 centímetros del piso, sobre la estructura del anillo (gantry) que toma las imágenes, permanecen las marcas del agua que ingresó a las instalaciones. Ya relevaron que el agua afectó sistemas electrónicos sensibles. Técnicos de la firma que comercializa el equipo llegarían desde Buenos Aires para evaluar el estado de los componentes.

“Como las consolas de estos equipos van en el piso, toda la parte de circuitos de computación están pasados por agua, eso genera cortocircuitos y se pierden plaquetas. Los cinco packs de batería, que son como UPS gigantes para mantener el equipo en funcionamiento y que no se dañe si hay un corte de luz, los estamos enviando a Santa Fe para que los evalúen”, contó Berardi, en diálogo con LA NACIÓN, con las dificultades de conectividad que aún perduran.

Recién ayer jueves se restableció el suministro de energía en el instituto y estiman que las computadoras del equipo también se habrían averiado. También les queda esperar que los demás equipos de estudios por imágenes se sequen para intentar recién recuperar los circuitos internos. “No sabemos si podremos recuperar el 20% o el 80% del equipamiento”, agregó el profesional.

El sistema de gestión de datos de los pacientes está en otra sede, que todavía permanecía sin luz. “En principio, todos los estudios hechos hasta el día anterior al temporal tienen que estar almacenados”, explicó.

En esa sede, el subsuelo, donde hay equipos como ecógrafos o un densitómetro, sigue inundado y, una vez que se puedan recuperar, evaluarán su estado. Técnicos de mantenimiento que consultó la institución prevén que se podrán recuperar, quizás con el reemplazo de algunos componentes, según sea necesario.

“El problema mayor es para los pacientes porque es el único equipo de estudios por imágenes de medicina molecular en Bahía Blanca –continuó Berardi–. Atendemos un millón de consultas en nuestra zona de influencia, que incluye las localidades cercanas a Bahía Blanca hasta Viedma hacia el sur y el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Los estudios PET-CT los usamos casi exclusivamente para pacientes oncológicos, ya sea para diagnóstico, determinación de la extensión de un tumor o el seguimiento de los tratamientos”.

Sin servicio

Las imágenes que se obtienen permiten obtener información metabólica de un tumor, a diferencia de una tomografía convencional. “Hasta que el equipo no vuelva a estar en funcionamiento, no podremos brindar servicios –continuó–. Hay pacientes que no están en condiciones de viajar hasta la Capital o La Plata para hacerse este estudio, aun cuando algunas coberturas contemplen los gastos. Por eso, hace dos años, médicos y pacientes del área de influencia del instituto recibieron tan bien la llegada del equipo.” Las otras unidades más cercanas están en Mar del Plata, Neuquén y Comodoro Rivadavia.

El profesional es tercera generación de especialistas en diagnóstico por imágenes en Bahía Blanca. Su familia abrió el instituto hace 65 años. Desde la catástrofe meteorológica de hace una semana, las coberturas con las que tienen convenio no dejan de comunicarse para preguntarles qué necesitan y cómo pueden colaborar para reponer el servicio que brindan a sus afiliados.

Los radiofármacos necesarios para los estudios PET los reciben por avión: la glucosa, a diario, y otros fármacos, más específicos, una vez por semana o dos veces por mes. Si se demora el transporte, hay riesgo de que la actividad radioactiva de esos insumos caiga y afecte el resultado de esas pruebas. “Por cada vuelo, no se pueden atender a más de seis pacientes. Por eso necesitamos cuidar mucho la logística del traslado”, explicó Berardi.

Dos laboratorios producen esos radiofármacos, pero solo uno posee la capacidad logística para proveerlos a los centros de las provincias, fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Los estudios PET, según definió el especialista, son “una herramienta muy útil” porque permite determinar por imágenes la actividad de los tumores, si hubo un aumento del metabolismo o la cantidad de células tumorales en un sitio del cuerpo, pero también permite ver si un tratamiento dio resultado y «se apagó» un tumor. “Ahora, se indica cada vez más antes del diagnóstico, junto con otros estudios por imágenes, como la resonancia, y para diseñar o monitorear un tratamiento oncológico”, destacó Berardi.

También se utiliza para diagnosticar cardiopatías o identificar áreas del músculo cardíaco que mejorarían con tratamiento, estudiar alteraciones cerebrales (tumores, problemas de memoria, crisis epilépticas y otros trastornos del sistema nervioso central), detectar infecciones y hasta evaluar la inflamación asociada con enfermedades autoinmunes.

“Vamos a hacer todo lo necesario para seguir en esta actividad a pesar de la complicación que nos está causando a nosotros y los pacientes la inundación. Nuestro proyecto es incorporarnos al tratamiento del cáncer con fármacos de medicina nuclear monitoreado por tomografía PET, que en el país se está haciendo en tres o cuatro centros y, por ahora, solo en pacientes en etapas avanzadas de la enfermedad, cuando no hay respuesta al tratamiento convencional. Es muy importante para los pacientes en el interior del país contar con más lugares de atención más próximos”, finalizó Berardi.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/bahia-blanca-el-agua-y-el-barro-danaron-el-unico-equipo-de-imagenes-de-medicina-nuclear-en-la-region-nid14032025/

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