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Cartas de lectores: El cuaderno de mi abuelo, saltos, una nueva Buenos Aires

Carta de la semanaEl cuaderno de mi abueloY siguen apareciendo cuadernos que hablan de corrupción. Buscando en casa, encontré uno de mi abuelo escrito durante un viaje en 1926. Un c...

Cartas de lectores: El cuaderno de mi abuelo, saltos, una nueva Buenos Aires

Carta de la semanaEl cuaderno de mi abueloY siguen apareciendo cuadernos que hablan de corrupción. Buscando en casa, encontré uno de mi abuelo escrito durante un viaje en 1926. Un c...

Carta de la semana

El cuaderno de mi abuelo

Y siguen apareciendo cuadernos que hablan de corrupción. Buscando en casa, encontré uno de mi abuelo escrito durante un viaje en 1926. Un cuaderno lleno de números, de nombres, de rutas, hoteles y obviamente, escrito a mano. Sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Aparecen montos en libras esterlinas, pesetas, francos suizos y franceses, liras, marcos y todos los gastos traducidos a peso. Todo nos llevaría a pensar que estamos frente a otro cuaderno de la corrupción. ¡Bad information! Como buen ingeniero, mi abuelo anotó los km recorridos, el tiempo en recorrerlos y el dinero que iba gastando para administrar bien sus ahorros.El cuaderno de mi abuelo habla de lo grande y próspero que fue nuestro país en esos años. No habla de la Argentina empobrecida y saqueada por unos sinvergüenzas con poder que se robaron todo. Quiero creer que se hará Justicia, que se condenará a los corruptos, se combatirá la impunidad y se dejará en paz al noble cuaderno que tanto bien le ha hecho a la humanidad. Y por qué no, que volveremos a ser una gran nación.

Carmelo J. Monroe

carmelomonroe54@gmail.com

Saltos

Los saltos de muchos legisladores desde el partido al que pertenecían hacia otro es una clara muestra de conveniencia personal, despreciando el mandato que recibieron de sus votantes consistente en respetar la plataforma del partido político del que surgieron. Con el mayor de los respetos, en el caso de los tres diputados de la UCR. que saltaron a LLA. han cambiado el viejo lema ya que se doblaron, pero no se rompieron.

Roberto A. Meneghini

dr.meneghini@hotmail.com

Una nueva Buenos Aires

La columna de Esteban Bullrich titulada “Una nueva Buenos Aires”, referida a la provincia más grande de la Argentina, es un homenaje al sentido común. El texto es de una lucidez extraordinaria y con un lenguaje extremadamente delicado que se resume en una frase paradigmática: una nueva de Buenos Aires no propone dividir, propone reconstruir la unidad verdadera, la que nace de las raíces pero crece en la cercanía. Es hora que un legislador se ilumine y leve el tema con esta claridad al Congreso. Será la manera que esta área sobredimensionada territorialmente logre desarrollarse armoniosamente en el conjunto del país.

Roberto Padrón

Robertopadron57@gmail.com

YPF

Hace pocos días se difundió la noticia de que Lisandro Catalán, exministro del Interior, se sumaba a YPF como miembro del directorio, con un ingreso mensual de unos $140.000.000 (ciento cuarenta millones de pesos). No juzgo la idoneidad de dicho funcionario y estimo que si lo designó el Poder Ejecutivo, tendrá razones valederas para hacerlo. YPF tiene once miembros titulares en su directorio y uno de ellos es presidente y CEO de la compañía. Además, tiene siete directores suplentes. No es una empresa privada. Tiene características de empresa mixta, donde el Estado tiene el 51% de las acciones. Un simple cálculo matemático causa escalofríos porque resulta descabellado que una empresa con mayoría estatal no acompañe la política del Presidente respecto al gasto público.

Espero que las partes involucradas contemplen la importancia de los ejemplos, aunque sean pequeños, para continuar con el superávit fiscal.

Carlos Rago

DNI 5.530.975

Cristina y la realidad

Una vez más, la expresidenta Cristina Fernández demuestra que está alejada de la realidad y pretende seguir torciéndola sólo para mantener el engaño sobre un grupo de seguidores cada vez más reducido. No mienta más, señora. No pretenda desviar la atención para ocultar una conducta ilegal. Sí, hubo autorización para que la visitaran cada uno de los economistas de la foto. No, nunca la hubo para que fueran todos juntos cual mitín político que ningún preso, por más domiciliaria que sea su prisión, tiene derecho a organizar. ¿O usted le reconocería tal derecho a quienes cumplen su condena por delitos cometidos –muchos de ellos, presuntamente cometidos- durante la última dictadura militar? Seguramente no. Porque en su pensamiento, cada vez más alejado de la realidad, no termina de aceptar que usted ha sido condenada. Y lo fue porque la Patria, siguiendo la sugerencia de su juramento, ya la demandó. Acepte su condena.

Juan Ignacio Casadellá

juancasadella@hotmail.com

​​​​​​​La solución

Gran problema: sale a bailar al balcón, recibe visitas, molesta a todos los vecinos. Gran solución: domiciliaria en su lugar en el mundo. Que la manden El Calafate. Allí no tiene balcón ni público y nadie irá hasta allá a visitarla. El amor se termina cuando se complican las cosas y la distancia es el olvido.

Elsa Scopazzo

DNI 4.933.395

Una buena práctica

En nuestra sociedad estamos demasiado habituados a focalizar la atención mediática y pública en las críticas y defectos de personas e instituciones, porque es lo que parece captar la atención y vender. Sin embargo, esta tendencia a resaltar solo lo negativo crea una visión sesgada y genera desconfianza, especialmente en ámbitos fundamentales como la justicia. Por eso resulta tan valioso el editorial del jueves pasado titulado “Lo que sí funciona en los tribunales”. Allí se pondera la labor ejemplar y responsable del Juzgado de Trabajo N° 45, un claro ejemplo de excelencia institucional. Este enfoque positivo es indispensable para jerarquizar a las personas e instituciones que trabajan bien, dando así confianza y esperanza a la sociedad.

Rescatar y difundir las buenas prácticas judiciales es el camino para recuperar la credibilidad pública en el sistema de justicia y promover la mejora continua. Celebrar los aciertos y no solo señalar las fallas es, sin duda, el camino hacia la excelencia y el fortalecimiento institucional que todos deseamos

Héctor Guillermo Vidal Albarracín

DNI 4.433.082

Servicio Comunitario

En todo el mundo, y nuestra querida Argentina no es la excepción, la socialización real se reduce frente al avance de las redes y miles de jóvenes abandonan la escuela y deambulan en la calle sin rumbo. La inversión en la creación de un Servicio Comunitario Obligatorio, no como castigo ni como romanticismo, es una herramienta concreta para enfrentar dos problemas: la desconexión social y la falta de propósito entre los jóvenes, con una tasa de retorno infinita. Hay muchas iniciativas privadas, pero no captan a una gran mayoría de estos jóvenes al no ser obligatorios. Un programa de servicio comunitario puede convertirse en un espacio donde los jóvenes de 17 a 19 años aprendan oficios, trabajen en equipo y convivan con pares de contextos completamente distintos, y a su vez en un proyecto de ayuda a la comunidad. Ya sea mejorando escuelas (mucha necesidad en las rurales), construyendo viviendas para los más carenciados, etc. Sin distinción de religión, ideología política ni nivel socioeconómico. Ese simple acto -trabajar juntos en algo que importa- genera cohesión social, una respuesta a las crisis de propósito, enseñando responsabilidad, trabajo coordinado, hábitos, y habilidades de vida; pero por sobre todo, genera algo fundamental: sentirse valioso por ayudar a otros. Experiencias internacionales muestran que cuando jóvenes de distintos orígenes conviven y sirven juntos, los prejuicios caen y el sentido de “somos parte del mismo proyecto” aumenta. Países como Singapur han demostrado que estas interacciones reducen la segmentación social futura y fortalecen el capital social colectivo. En la Argentina tuvimos algo que, con sus limitaciones, cumplía parte de ese rol: el servicio militar obligatorio. Pero le faltaba el componente más valioso para el momento actual: ayudar a la comunidad. Poner en práctica este programa, por su obligatoriedad, debería ser responsabilidad del gobierno, con apoyo de organismos multilaterales si es necesario y contando con la infraestructura y procesos del antiguo servicio militar y de las Fuerzas Armadas; es una inversión. Pero una con altísimo retorno social. En otros países, cada dólar invertido en servicio juvenil se multiplica en reducción de costos sociales: menos criminalidad; menos problemas de salud pública; más empleabilidad futura; más integración social. Es simple: cuando un joven encuentra estructura, propósito y comunidad, la sociedad entera se beneficia, empezando por la persona. Al final del día, la mejor política pública es la que permite que una persona se sienta útil, integrada, con futuro y felicidad por ayudar a los demás. Argentina necesita eso. Y nuestros jóvenes también.

José Manuel Ortiz

DNI 14.014.235

Premio a la ciencia

Gabriela Pagnussat es una investigadora del Conicet y de la Universidad de Mar del Plata que resultó ganadora del Premio Internacional LÓreal-Unesco 2025 que se entrega en París, al crear frente a la emergencia climática, plantas resistentes al calentamiento global. Como sostenía nuestro premio Nobel Bernardo Houssay, en países emergentes como el nuestro, la ciencia y la técnica son imprescindibles para un desarrollo sustentable tanto a nivel local y también global.

Fernando Miranda

mirandafernando2@gmail.com

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/carta-de-lectores/cartas-del-domingo-el-cuaderno-de-mi-abuelo-saltos-una-nueva-buenos-aires-nid23112025/

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