Chiqui tapia, sal y vinagre
Qué difícil es aprovechar todas las recomendaciones de Instagram cuando se leen muchos diarios y se ven demasiados noticieros. Entre el fárrago de dudas que nos surgen diariamente sobre la real ...
Qué difícil es aprovechar todas las recomendaciones de Instagram cuando se leen muchos diarios y se ven demasiados noticieros. Entre el fárrago de dudas que nos surgen diariamente sobre la real capacidad/honorabilidad/utilidad de nuestras dirigencias, no prestamos atención a consejos –para muchos revelaciones- que podrían cambiarnos la vida.
Por ejemplo, no hay ninguna garantía realmente de que el Chiqui Tapia sirva a los fines para los que lo eligieron ni que sobre él vaya a tronar el escarmiento, pero sí de que el bicarbonato de sodio tiene cualidades mágicas para resolver centenares de problemas, IG dixit.
Mientras muchos kirchneristas van desculando la inconveniencia de seguir pegados al acrónimo CFK, podrían ir aprendiendo, querido lector, para qué cuernos existen los rebordes de las letras F y J en el teclado de la computadora: sirven como guía para mejorar el aprendizaje y entrenamiento en la mecanografía. ¡Gracias IA!
¿Alguna vez se preguntó por qué muchas toallas tienen una franja de otro tipo de tejido que las atraviesa cerca de los bordes?. No es por estética. Son un refuerzo que les permite mantener su forma original. Lo bien que les vendría una raya contenedora a los borocotistas de la política.
Deje ya de preocuparse porque Insaurralde sigue suelto, por los paros de gremios que ni siquiera conocen las reformas laborales, por el mameluco de Milei en Noruega o por las coimas probadas y por probarse. Entre ya en Tik Tok. Está buenísimo. En menos de 15 minutos puede enterarse de muchas cosas. Por caso, que las paltas son frutas, no verduras; que somos más creativos en la ducha; que la nuez moscada es un alucinógeno; que las mujeres parpadean el doble que los hombres, y que, en el auto, la flechita que aparece a uno u otro lado del símbolo del medidor de combustible señala el lugar donde se ubica el tanque de nafta.
No me corra con que sabía todo eso. Hay muchos otros ejemplos que no me entran en este espacio y que podrían sorprenderlo. Yo no sabía que el papel de aluminio afila tijeras o que la muestra de tela que viene con los botones en muchas prendas sirve para probar en ella si destiñe o si las daña determinado jabón.
Son nimiedades, es cierto, pero cómo contribuyen a alivianar la vida del ciudadano de a pie. No es el caso del comportamiento de varios legisladores que, en lugar de concluir los mandatos para los que los elegimos, dan por terminado uno inconcluso para saltar a otra cámara garantizándose una mayor continuidad y casi nadie se lo cuestiona o les pide explicaciones. Ahí los tiene a Nadia Márquez y Emilia Orozco, de La Libertad Avanza; a Martín Soria, de Unión por la Patria, y a Silvia Lospennato, de Pro. Todos dejaron un mandato a medio camino. Los tres primeros saltaron de Diputados al Senado (resignaron dos años para ganar seis como legisladores) y Lospennato pegó un brinco a la Legislatura porteña (dejó dos, sumó cuatro). Pero lo más impresionante es lo de Itai Hagman (UxP): renunció a la banca de diputado nacional faltándole dos años de mandato y para hacerse reelegir como ídem, con lo que se aseguró cuatro. Le dije. No se distraiga con cosas demasiado conocidas y sin solución aparente.
Zambúllase en las redes sociales, que son más útiles. Le paso un dato que seguro va a necesitar: si accidentalmente se le pegan los dedos con La Gotita, frote con sal y vinagre y good show.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/chiqui-tapia-sal-y-vinagre-nid14122025/