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Como optimizar el sistema de salud

No es posible establecer un presupuesto óptimo para el sector público y privado si no va acompañado de la reformas necesarias para hacer eficiente el sistema de salud. La reforma del modelo de a...

No es posible establecer un presupuesto óptimo para el sector público y privado si no va acompañado de la reformas necesarias para hacer eficiente el sistema de salud. La reforma del modelo de atención es un punto de partida que deberá acordarse y articularse entre Nación, la provincias y los municipios, pero además, los cambios deben extenderse al diseño de los ministerios de Salud, con una organización multidisciplinaria con reconocida actividad en la salud y concursos. Organización que logre establecer los consensos técnicos que permitan construir políticas de Estado. No es posible, en una sola gestión, desarrollar la reforma del sistema. Si no se logra, aumentan las posibilidades de no obtener los resultados esperados, y siempre estaremos empezando reformas que luego se abandonan.

En la actualidad, más de 15 millones de habitantes del país carecen de equidad en salud, les falta accesibilidad al sistema y solo acuden al hospital público cuando se sienten enfermos o ante una urgencia, pero carecen de programas de prevención. La población en general tiene demoras excesivas para su atención, tanto en el sector público como privado. Faltan especialistas en muchas jurisdicciones del país, la formación médica en las residencias médicas no se completan, los salarios de los profesionales de la salud son los más bajos de toda América del Sur.

Para optimizar el sistema de salud y hacerlo eficiente, necesita reformas como las siguientes:

-Cambios profundos del modelo de atención, con el fortalecimiento de la auditoría y la tecnología de la Superintendencia de Servicios de Salud, con claras implementaciones para evitar demoras excesivas en los pagos a los prestadores por parte de la obras sociales o los seguros privados.

-Anmat y la creación de la Agencia de Evaluación de Tecnología, que permitirá definir la evidencia científica de los medicamentos y procedimientos que se deben financiar y las guías de tratamiento, estableciendo los parámetros de calidad y atención y PMO.

- Ante desvíos de fondos que no se utilizan en salud y casos de corrupción en la administración de los recursos, que se reciban condenas (deberán establecerse agravantes), tanto para la administración pública como la privada.

Todos coincidimos en que la salud de la población es una condición que no puede desligarse del desarrollo, tanto social como económico, de una sociedad. La buena salud es una de las principales garantías de estabilidad social.

Atención primaria

Los organismos internacionales encargados de velar por la salud colectiva ya han definido una política sanitaria de aplicación global y han establecido que la estrategia para llevarla a cabo sea la Atención Primaria de la Salud (APS).

Surgida como respuesta a imperiosas necesidades de las diversas poblaciones del mundo, la APS constituye una herramienta valiosa para que los sistemas sanitarios puedan ofrecer la mejor medicina al mejor costo.

En una época en que, debido al proceso de transición demográfica, tienen cada vez más peso las afecciones cardiovasculares, oncológicas y degenerativas respiratorias, la APS, como medio para la prevención de aquéllas no resulta un instrumento obsoleto, sino una estrategia indispensable para que el concepto fisiopatológico esté al servicio del sistema sanitario. Un hecho que acompaña invariablemente al desarrollo social y a los adelantos en el conocimiento y la tecnología es la mayor expectativa de vida, el envejecimiento de la población y la prevalencia –término epidemiológico de probabilidad que se calcula a través de fórmulas específicas– de enfermedades degenerativas.

A estas consideraciones podemos agregar que el progreso en el tratamiento de la enfermedad coronaria, la diabetes y la hipertensión arterial reducirán aún más la mortalidad de estas patologías.

Se debe garantizar el acceso de toda la población a los servicios de salud, lo que implica ampliar su cobertura, tanto desde el punto de vista del porcentaje de población que los recibe como de la cobertura geográfica o accesibilidad. La ampliación de la cobertura implica tres aspectos: 1) mejorar el acceso y la utilización de los servicios de salud; 2) aumentar la disponibilidad relativa de recursos; 3) poner en operación un sistema técnico y administrativo que responda a las necesidades de la población y la optimización de los recursos con conceptos de costo/beneficio y costo/eficiencia.

Es en este último punto en el que la APS utiliza a la epidemiología como herramienta, ya que al entender cómo vive y muere la población, es posible comprender sus necesidades . La Cobertura Universal de Salud (CUS) es un instrumento que se utiliza para darle eficiencia al sistema, hacerlo eficiente y mejorar el acceso y la equidad de la población nominalizada.

En pocas oportunidades se discute sobre la implementación, quedando así la sensación que se trata más de retórica que de acciones concretas de salud. Pero hay ejemplos que muestran la viabilidad de establecer en cada jurisdicción un modelo de Cobertura Universal de Salud adaptado a las características de la organización sanitaria de cada Estado provincial, que será, junto al municipio, quienes tendrán la responsabilidad de su organización diseño y ejecución en forma articulada con el Ministerio de Salud de Nación.

Las provincias argentinas constituidas antes que la Nación no han delegado la atención de la salud en el gobierno nacional, por lo tanto es imprescindible una articulación con cada provincia y en este aspecto el Consejo Federal de Salud (Cofesa) toma particular importancia.

El ejemplo de CABA

Un ejemplo es la ciudad de Buenos Aires, que implementó la Ley de la Legislatura de Cobertura Porteña de Salud y sobre una población de aproximadamente 500.000 personas sin cobertura formal se logró construir un padrón de más de 400.00 afiliados,

Toda esta población tiene un médico de cabecera de referencia cercano al domicilio -fortaleciendo el primer nivel de atención-, derivación a niveles de mayor complejidad con un tránsito ordenado en el sistema sanitario de la ciudad y acceso al medicamento ambulatorio esencial y a los tratamientos de enfermedades crónicas.

Entre 2014 y 2015, un plan piloto permitió que los afiliados pudieran obtener su medicación de las farmacias en los barrios, sin necesidad de concurrir a las farmacias de los hospitales, cumpliendo una descentralización completa del paciente ambulatorio. Es un beneficio que debe reponerse y significa control de costos y de prescripciones, tal cual se implementa en los seguros privados, con el expendio garantizado por el farmacéutico.

En total 300 clínicos, pediatras, tocoginecólogos y odontólogos atienden a los pacientes en sus consultorios o Centro Médicos Barriales y derivados a los centros de salud o a los hospitales según el grado de complejidad necesario.

Todos los estudios epidemiológicos señalan el beneficio significativo de aquellos pacientes que cuentan con una cobertura formal sobre los que concurren en forma espontánea buscando la atención en el hospital público.

En CABA, faltan aún acciones y gestión para avanzar en la modernización del sistema sanitario pero se ha encontrado el camino a seguir, donde cada administración continuará con sus aportes. La Cobertura Porteña de Salud no es ni más ni menos que una cobertura universal (CUS). La ciudad de Buenos Aires se convirtió en una de las primeras jurisdicciones del país donde todos sus residentes tienen acceso a una cobertura: obra social, prepaga, PAMI y quien no tiene acceso a esas coberturas por retención del salario, tiene la Ley Pública de Cobertura Porteña.de Salud, de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El concepto de vasos comunicantes entre los subsectores financiadores de la salud se aplica a este diseño de CABA, los pacientes pueden tener sus coberturas en una obra social o prepaga o PAMI, si no cuenta con ninguna puede optar por inscribirse en Cobertura Porteña de Salud (CoPS). Pero un beneficiario que consigue una obra social porque obtiene un trabajo formal, deja entonces la CoPS y se afilia a la obra social correspondiente. Es decir, que la obtención de la cobertura médica y el acceso al medicanto puede desvincularse de la situación laboral del individuo y de la retención del salario esto es una cobertura universal de salud.

Política de Estado

Las reformas de salud no se logran en corto tiempo ni en una sola administración, es necesario construir una Política de Estado. En CABA se inicia este proceso en 1996, cuando en la gestión de Fernando de la Rúa como jefe de Gobierno y Héctor Lombardo como ministro de Salud se crea el Programa de Médicos de Cabecera. Este programa, con mayor o menor apoyo, se sostuvo durante todas las gestiones que continuaron, independiente del color político, hasta que en 2007 la Legislatura votó por unanimidad la Ley de Cobertura Porteña de Salud, autoría del legislador Enrique Olivera.

En la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno de CABA se ejecutó la Ley que permitió que la Ciudad de Buenos Aires sea la primera jurisdicción del país con una Cobertura Universal con la población nominalizada en el sector público.

La existencia de una carrera médica en la ciudad hace que deban respetarse los cargos y funciones que se van creando, por esto los funcionarios deben ser muy cautos en la necesidad de generar atajos para modernizar y se deben evaluar los daños colaterales.

Con el ministro Jorge Lemus pudimos consolidar esta Cobertura Universal de Salud. Durante el año 2016 en el Consejo Federal de Salud se trabajó en este tema, 13 provincias firmaron entonces el convenio con Nación, sin diferenciación política. Sin duda se estaba construyendo una Política de Estado, que lamentablemente no se continuó en la gestión actual. La estrategia en una gestión del Ministerio de Salud será dividir en fases de implementación.

El financiamiento surgirá de la reingeniería de los recursos para hacer más eficientes y articular los programas que ya están ejecutando Nación y provincias, de los créditos internacionales de salud vigentes, de la facturación de las prestaciones informatizada y auditada por la Superintendencia de Servicios de Salud facturado a los pacientes de obras sociales que se atienden en el sector público.

La construcción de una Política de Estado, el trabajo conjunto entre Nación y cada provincia, constituir el equipo nacional de CUS (tomando de las experiencias de acciones en CABA) y el diseño de un “traje a medida” de acuerdo a la organización sanitaria de cada provincia permitirán garantizar una Cobertura Universal de Salud.

Doctor en Medicina, exviceministro de Salud de Nación y subsecretario del Ministerio de Salud de CABA

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/como-optimizar-el-sistema-de-salud-nid23052023/

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