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El asesinato de Blas Correas: la madre del joven asesinado dijo que los policías juzgados por el crimen son “víctimas de un sistema perverso”

CÓRDOBA.- Soledad Laciar, la madre de Blas Correas -el chico de 17 años asesinado por policías en 2020- les rogó “un gesto de humanidad” a los 13 uniformados cordobeses juzgados por el crim...

CÓRDOBA.- Soledad Laciar, la madre de Blas Correas -el chico de 17 años asesinado por policías en 2020- les rogó “un gesto de humanidad” a los 13 uniformados cordobeses juzgados por el crimen y el encubrimiento. “Tal vez sería bueno que reflexionen sobre esta última oportunidad”, les dijo en la audiencia de este viernes.

“Basta de silencio. Si alguno de ustedes tiene un gesto de humanidad, espero que tengamos una verdad de la boca de ustedes”, insistió. Los acusados podrán hablar antes de la sentencia. El 31 próximo el jurado popular dará su veredicto sobre el crimen del 6 de agosto de 2020.

La madre de la víctima pidió una reducción de pena para la agente acusada de haber “plantado” el arma y que, al arrepentirse y confesar, permitió destrabar la investigación. También le habló a la policía Yamila Martínez, la imputada que llegó al juicio con prisión domiciliaria. “Sos mamá y te parte el corazón no poder llevar a tu hijo al jardín”.

Laciar sostuvo que los policías acusados son “víctimas de un sistema perverso que les enseñó a matar y mentir”. Agregó: “Venimos a pedir que estas cosas tan dolorosas no sucedan nunca más”, subrayó.

“A Blas no lo mataron una vez, sino muchas veces -siguió- La primera vez le dispararon a su cuerpo, la segunda vez le dispararon a su honestidad”.

En las últimas semanas fueron los alegatos de los fiscales y los querellantes -quienes pidieron condenas para los uniformados y nuevas investigaciones contra exfuncionarios y jefes policiales- y también de los defensores de los acusados.

Los abogados de Lucas Gómez y Javier Alarcón, imputados por homicidio calificado y agravado por el abuso de sus funciones y por igual delito en grado de tentativa por los cuatro amigos de Correas que iban en el auto, descartaron que haya existido abuso policial y, en cambio, plantearon que incurrieron en un exceso.

Gastón Schönfeld, representante de Gómez -de cuya arma salió el disparo fatal- se trató de un “homicidio con exceso en el legítimo uso del cargo o deber” y pidió que, si el tribunal no comparte el criterio, al menos cambie la calificación por “homicidio simple con dolo eventual”.

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El abogado de Alarcón pidió la absolución de su cliente por homicidio calificado: “En su defecto entendemos que corresponde otro delito que sería el abuso de arma y el daño”.

La fiscalía había pedido la pena de prisión perpetua para esos dos acusados, condenas de seis años para los imputados de encubrimiento y que se investigue a otras autoridades, como al exministro de Seguridad Alfonso Mosquera, al excomisario Gonzalo Cumplido y a Lucas Mezzano, exsubsecretario de Coordinación y Planificación Técnica durante la gestión de Mosquera.

“Hubo una conjunción de voluntades y responsabilidades institucionales que llegaron a los más altos jefes de la fuerza”, subrayó en su alegato el fiscal Marcelo Hidalgo, quien reclamó cinco años de cárcel para la agente que “plantó” un arma.

Antes, su compañero Fernando López Villagra había pedido que Gómez y Alarcón sean condenados a prisión perpetua como coautores de homicidio calificado y agravado por abuso de sus funciones como policías.

El abogado Alejandro Pérez Moreno, representante de la familia de Correas, apuntó en su alegato a la actual jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti, quien entonces comandaba el área de Recursos Humanos; pidió que se la investigue “o que nos diga a quién se tiene que investigar” porque Gómez y Alarcón estaban en funciones en la calle a pesar de que el primero tenía antecedentes penales por encubrir a un violador serial y Alarcón acababa de desaprobar el examen de tiro para ascender de grado.

El hecho

Alrededor de las 23.30 del 6 de agosto de 2020 –cuando, en medio del aislamiento social y preventivo por la pandemia del Covid-19 comenzaron a permitirse reuniones– Correas volvía de comer una pizza (estaba en el horario en que la cuarentena lo permitía); iba en el asiento trasero de un Fiat Argo blanco.

Una moto se les acercó, temieron que fuera un intento de robo y aceleraron; giraron mal en una esquina y no frenaron ante el control policial montado por dos patrulleros y varios agentes en la Avenida Vélez Sarsfield.

El auto recibió cuatro balazos: el que mató a Blas ingresó por la luneta trasera e impactó en su espalda. Otro se incrustó en el apoyacabezas del asiento delantero. En un primer momento, los policías dijeron que los chicos iban armados y mostraron un arma que supuestamente habían encontrado en la zona. La ruptura del pacto de silencio que mantenían dejó en claro que la habían “plantado”.

Tres meses después del crimen, la agente Wanda Esquivel contó al fiscal que instruyó la causa, José Mana, que cuando se trasladaban en el móvil policial, Alarcón sacó un arma de su chaleco y le pidió que la tirara por la ventanilla, en un área a metros de donde el Fiat Argo evadió el control.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/el-asesinato-de-blas-correas-la-madre-del-joven-asesinado-dijo-que-los-policias-juzgados-por-el-nid18032023/

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