El músico de 84 años al que le robaron el bandoneón en la calle ya tiene uno nuevo: tocará en el Palacio Libertad
Con lo recaudado en la colecta solidaria por discípulos y amigos del maestro Enrique Fasuolo, ...
Con lo recaudado en la colecta solidaria por discípulos y amigos del maestro Enrique Fasuolo, el bandoneonista al que le robaron su instrumento en pleno centro porteño, a metros del Obelisco, a plena luz del día, el 25 de febrero, se pudo comprar un bandoneón ELA (por las siglas del fabricante de instrumentos Ernst Louis Arnold) al maestro Fasuolo, de 84 años. Por ahora, no hay novedades sobre la causa, en la que interviene el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional n° 8 a cargo del doctor Marcelo Pedro H. Martínez de Giorgi, Secretaría n° 15 a cargo de la doctora Verónica Lara.
El instrumento reemplaza el bandoneón Germania, de 1930, que tenía Fasuolo. “Pusimos entre todos para alcanzar el precio; este tiene unos dibujos muy parecidos al que tenía Enrique -dice el músico Carlos Alberto Cuenca, amigo de Fasuolo-. Se compró con la donación, pero no aspiramos a comprar uno más caro porque entonces ahí tendríamos que salir con custodios a la calle. Los bandoneones, además, no se pueden asegurar; descubrimos eso después de esta experiencia”.
Fasuolo, que tocaba con un bandoneón prestado luego del robo, recibió el instrumento con mucha alegría. “Lo probó y pudimos ver que rejuveneció, porque estaba muy bajoneado -cuenta Cuenca-. Enseguida salió a tocar, volvió al lugar donde le habían robado, otro día al subte y así fue por una semana. Después se vieron algunos detalles para que ejecutara cómodamente el bandoneón nuevo: hubo que limarle un tornillo que le molestaba en la mano derecha. Enrique lo limó varias veces, pero no se modificaba en nada así que tuve que buscar entre los repuestos uno que fuera muy plano en su cabeza y lo cambié. Eso mejoró, la va peleando y se siente más cómodo. Él también le buscó la vuelta: colocó un paño sobre el sector de la mano derecha y se resolvió. Ahora a este bandoneón le falta actividad, es más duro de fuelle así que con el tiempo irá mejorando”. El maestro sale a tocar en las calles acompañado por alguno de sus amigos.
Los músicos sospechan que en la Reina del Plata opera una banda de ladrones de bandoneones que actúa en conjunto con “desguazadores” de instrumentos. Tras la denuncia pública, Cuenca y Fasuolo fueron interceptados por policías porteños sin identificación, en una calle poco transitada de La Boca; uno de ellos les dijo que se habían vuelto “famosos” por la noticia. “Pisó el palito solo -sostiene Cuenca-. El robo del bandoneón ha sido planificado. ¿Las cámaras de seguridad? Bien, gracias. Desde el Ministerio de Cultura porteño, que dirige una señora , nadie se comunicó con nosotros para expresar solidaridad con un músico que le está dando cultura a la ciudad de Buenos Aires hace años; una vergüenza total por parte de los supuestos servidores públicos”.
El Gobierno nacional se interesó en la situación del músico. El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, se reunió con Fasuolo y Cuenca a mediados de marzo. Además, la Secretaría de Cultura habilitó la Sala Argentina del Palacio Libertad para que Fasuolo y nueve músicos amigos, entre ellos, el pianista Carlos Guiragossian, con quien Fasuolo tocó en Alemania años atrás, y la bandoneonista Carla Algeri, de Polo Bandoneón, brinden un concierto público de tango y música clásica, con entrada libre y gratuita, el 16 de mayo. Lo presentará otro maestro: el periodista y locutor Julio Lagos.