En 35m2. Un mueble multifunción sumó espacios y modernidad a un depto centenario en Almagro
Albert Einstein decía que no se puede resolver un problema si se piensa del mismo modo en que se creó. En este departamento del barrio de Almagro, el desafío era poner en valor los elementos car...
Albert Einstein decía que no se puede resolver un problema si se piensa del mismo modo en que se creó. En este departamento del barrio de Almagro, el desafío era poner en valor los elementos característicos del siglo XIX y convertirlo en una vivienda funcional sin agregarle ni un metro a los 35 originales.
La altura de la unidad y la estructura del edificio no permitían crecer hacia arriba, así que la respuesta debía ser sintética y horizontal. ¿Qué se hizo? Un programa compactado en un único volumen que se puede rodear y que ofrece cocina-comedor de un lado, y dormitorio y baño del otro. Porque la calidad y el diseño también caben en el mínimo espacio.
Buscamos caracterizar el patrimonio original y diferenciarlo de la obra nueva de modo que ambas partes convivieran en armonía, pero fueran reconocibles individualmente.
Arq. Micaela Racca, responsable de la reforma
Fantástica solución“Siempre se estudian distintas opciones, desde el principio del proyecto hasta el último día de obra”, admite la arquitecta Micaela Racca, que evaluó todas y cada una, para llegar a esta fantástica solución.
El gran mueble multifunción (diseño de Micaela Racca ejecutado por Ma:Loc Equipamientos) se implantó en medio del ambiente para brindar una respuesta específica en cada cara: hacia el área del living se abre a modo de cocina integrada y, dando la vuelta, le dejó lugar a la cama; detrás, un baño completo.
En pocos metros se suele sacrificar el tamaño de la cocina, cosa que aquí hubiera sido una solución insuficiente. Por el contrario, esta se convirtió en motor del espacio, y todo gira en torno a ella.
El mayor desafío fue respetar con rigor las premisas en lo que se presentaba como una oportunidad única. “Al no tener espacio disponible, los materiales debían conjugar a la perfección”, explica la arquitecta.
Diálogo entre lo antiguo y lo nuevoLa nueva estructura fue construida con texturas diferentes: revestimiento de madera, mesada de mármol y alzada de terrazo cortado en baldosas cuadradas y rectangulares (Monolitic).
Los elementos originales fueron restaurados y homogeneizados en blanco. “Lo preexistente y lo nuevo dialogan sin superponerse, permitiendo que ambos se distingan”.
Se eliminó el muro que partía la planta transversalmente y dividía el viejo dormitorio de un estar pequeño y oscuro. Así se consiguió un gran espacio unificado con luz natural y ventilación cruzada.
Durante la demolición del tabique apareció la bovedilla del techo, que estaba oculta por un cielo raso suspendido. La decisión fue dejarla a la vista y blanquearla.
Ubicado en un edificio de fines del siglo XIX, el departamento conserva las aberturas de época, como la puerta moldurada y las puertas-ventana con falleba y banderola.
Todo en 35m2
