En Carolina del Norte: el pueblo a menos de dos horas de Charlotte que es el lugar perfecto para ver flores en primavera
Las Montañas Blue Ridge presentan un paisaje de colinas onduladas, densos bosques y senderos que a menudo quedan cubiertos por la niebla matutina. Durante la primavera, la región experimenta un c...
Las Montañas Blue Ridge presentan un paisaje de colinas onduladas, densos bosques y senderos que a menudo quedan cubiertos por la niebla matutina. Durante la primavera, la región experimenta un cambio de color a medida que florecen diversas especies de plantas y flores en distintos niveles de altitud.
En los valles, aparecen con la llegada del clima más cálido, mientras que en las laderas y cimas más elevadas el proceso es más tardío. Este fenómeno gradual permite observar cómo la vegetación se adapta a las variaciones del terreno y la temperatura.La ciudad de Boone es un punto estratégico para quienes desean observar este proceso, ya que su proximidad a parques estatales y áreas de conservación permite acceder a senderos donde es posible ver la progresión de la floración en diferentes altitudes.Dónde queda BooneUbicada en el noroeste de Carolina del Norte, en el corazón de las Montañas Blue Ridge, Boone es una ciudad de montaña con estaciones bien marcadas. En primavera y verano, los senderos se llenan de flores silvestres y vegetación frondosa, mientras que en otoño los bosques cambian de color con colores dorados y rojizos. En invierno, la nieve cubre el paisaje y las montañas cercanas se convierten en un lugar ideal para el esquí y el snowboard.
Especies florales y mejor época para visitarSegún Exploreboone, desde abril hasta junio, los paisajes de la región se llenan de color con la floración de una gran diversidad de especies.
Abril: En las zonas de menor altitud, aparecen primero la belleza primaveral de Carolina (Claytonia caroliniana), el trillium blanco (Trillium grandiflorum), el trillium rojo (Trillium erectum), los lirios enanos (Iris verna) y las flores de sangre (Sanguinaria canadensis), entre otras especies tempranas.Mayo: A medida que las temperaturas suben, en altitudes intermedias comienzan a florecer la azalea flameada (Rhododendron calendulaceum), los rododendros rosados (Rhododendron periclymenoides), el cornejo florido (Cornus florida), las campanillas de Virginia (Mertensia virginica) y las orquídeas showy lady’s slipper (Cypripedium reginae).Junio: En los lugares más altos, el paisaje se transforma con la floración del rododendro catawba (Rhododendron catawbiense), el laurel de montaña (Kalmia latifolia), la azalea de montaña (Rhododendron arborescens), el lirio de Canadá (Lilium canadense) y el trillium pintado (Trillium undulatum).Este florecimiento escalonado permite planificar la visita en función de las especies que se desean observar. Los meses de mayo y junio son recomendados para quienes buscan senderos llenos de flores y paisajes en su máximo esplendor.
Senderos recomendados para la observaciónPara las personas que disfrutan del senderismo y la botánica, el pueblo ofrece diferentes rutas para disfrutar de la flora silvestre:
Tanawha: A lo largo de sus 21 kilómetros en las laderas de la montaña Grandfather, este sendero permite avistar diferentes especies a lo largo de la primavera, con puntos de observación para la fotografía.Boone Fork: Un recorrido circular de 8 kilómetros que atraviesa prados abiertos, cruza arroyos y pasa por túneles naturales de rododendros, que ofrece una gran variedad de flores silvestres en distintos ecosistemas.Summit en el Parque Estatal Elk Knob: Un sendero que lleva hasta un mirador con vistas panorámicas de las Montañas Anfibolita, rodeadas de azaleas en flor.Dónde alojarse en BooneEl pueblo cuenta con diversas opciones de alojamiento, que incluyen moteles, cabañas de montaña y hoteles, boutique en el centro. Para quienes buscan estar cerca de los senderos, hay hospedajes tipo posada que ofrecen alojamiento con desayuno y están rodeados de naturaleza. Quienes prefieren la comodidad de la ciudad pueden optar por hoteles modernos con acceso a la oferta cultural y gastronómica del área.
Uno de los alojamientos más visitados es Rhode’s Motor Lodge, un motel restaurado con el estilo de los alojamientos de carretera de los años 50. Este lugar se distingue por su ubicación, ya que permite llegar a los principales senderos sin recorrer largas distancias.
Para una estadía más sofisticada, The Horton Hotel, en el centro de Boone, ofrece un ambiente elegante con una terraza en la azotea desde donde se pueden ver las montañas. Otra opción popular es Lazy Bear Lodge, una posada que ofrece hospedaje con desayuno en un entorno tranquilo, rodeado de naturaleza y vistas panorámicas.