Femicidio en Córdoba: un vecino de la familia aseguró que la ex del asesino “siempre estaba a la defensiva” y “vivía con miedo”
Luego de la detención de Pablo Laurta, el hombre ...
Luego de la detención de Pablo Laurta, el hombre acusado de asesinar a su expareja -Luna Giardina- y a su exsuegra -Mariel Zamudio- en Córdoba y de secuestrar a su hijo de cinco años, un vecino brindó detalles sobre los comportamientos de las víctimas. En diálogo con LN+, el testigo, identificado como Juan, afirmó: “Luna tenía miedo, siempre estaba a la defensiva”.
Resguardando su rostro por seguridad, el hombre indicó que conocía a Laurta porque en octubre del año pasado, en medio de una disputa por la casa, el presunto asesino “estuvo durmiendo dos o tres noches en el techo de la casa, abajo del tanque y desde ahí las acosaba”.
Juan, testigo del doble femicidio en CordobaRespecto a cómo vivió la cronología del caso, Juan detalló: “El sábado me levanté a trabajar y, mientras estaba trabajando, se escuchó una detonación, un ruido fuerte que, en realidad, no le di importancia por el viento. No se notaba que era un disparo, sino un golpe”.
“A los minutos, lo veo pasar a Pablo con Pedrito, el nene, caminando como si nada, como una persona normal. Inclusive, se paró en la calle y estuvo ahí unos minutos, pero no le di importancia”, continuó.
Ese día, siguiendo con su relato, la Policía llegó cerca de las 19 horas al lugar. “Tocaban las sirenas, salí y me dijeron que buscaban a Luna. Les dije que vivía al lado. Golpeé las manos, no salía, me afligí porque estaban las ventanas abiertas. Llamé a Mariel y Luna, pero me daba apagado. Ellos vinieron porque se apagó el botón antipánico de Luna -subrayó-".
“Estuvieron menos de un minuto y se fueron. Ahí les pregunté a los vecinos si había escuchado alguna detonación. El vecino me dice ‘llamamos a la Policía, por las dudas’. La Policía vino y cuando íbamos a ingresar, se dan con el desenlace”, cerró.
Consultado por el episodio que ocurrió en octubre de 2024, el vecino recordó: “Escuché gritos, salí y le digo a Mariel: ‘Es su yerno’. Y me dice: ‘Nono, por favor, ayuda’. Ahí salto y me encuentro de frente con Pablo, lo puteo y sale corriendo. Se subió a una Toyota Hilux blanca, dio vuelta la manzana, tratamos de increparlo, y se dio a la fuga, donde tuvo un accidente”.
“Luna tenía miedo, siempre estaba a la defensiva y, desde que pasó lo del techo, vivía con miedo”, dijo el hombre. Además, reveló que la mamá del menor lo llevaba al patio de la casa durante cinco o diez minutos para que jugara y no lo dejaba solo. En la misma línea, sumó: “Iba a la guardería y no lo dejaba, se quedaba con él. Vivía para Pedrito, no hacía otra cosa”.
“Tuvo varios intentos de llevarse al nene”Laura, otra vecina, quien también decidió resguardan su identidad afirmó que Luna y Mariel vivieron “toda la vida” en esa casa. Sin embargo, hace dos años, la expareja y presunto asesino obligó a la joven a irse a vivir a Uruguay. “Ella se escapó de allá”, contó la mujer, al tiempo que aseguró que “él tuvo varios intentos de llevarse al nene”.
“Él me escribía y yo le decía: ‘Así como conseguiste mi número, por lo menos preguntame si el nene tiene lo esencial’. Me hablaba del caso Ghisoni. Siempre me hablaba mal de ellas, yo le decía a Mariel: ‘Él las quiere vigilar, él sabe todos los movimientos que hacen’, hasta fotos les había mandado a sacar, el caradura este, asesino", añadió.
Laura, otra vecina de las víctimasEn cuanto a la vivienda, la testigo explicó que Laurta le hizo firmar la escritura a Mariel en 2019 de la casa porque se la quería comprar.
“Mariel, tan ingenua, le firmó la escritura pero él nunca le pagó la casa. Entonces, creía que era el dueño de la casa por tener ese papel. El año pasado, agarró y se instaló arriba del techo, estuvo cuatro días arriba del techo, vivía, defecaba, todo arriba del techo”, dijo, respaldando la versión de Juan, el otro vecino de las víctimas.