La fórmula secreta de Ayrton Costa para consolidarse en la zaga de Boca en un puñado de meses
Su mérito fue entender, con una rapidez poco habitual, lo que significa jugar en Boca. Y no solo lo hizo desde el discurso, sino también desde los actos. Ayrton Costa, autor del gol clave que cla...
Su mérito fue entender, con una rapidez poco habitual, lo que significa jugar en Boca. Y no solo lo hizo desde el discurso, sino también desde los actos. Ayrton Costa, autor del gol clave que clasificó a Boca a las semifinales del Clausura, tuvo el sueño desde chico de vestir los colores del Xeneize. Y una vez que lo cumplió y logró asentarse en la última línea, multiplicó esfuerzos para no abandonar más ese lugar que tanto le costó conquistar, después de un comienzo con altibajos en Independiente, un préstamo en Platense que le permitió relanzar su carrera y una estadía de apenas seis meses en el fútbol belga que le sirvió de trampolín para llegar a Boca. Con el correr de los partidos, se convirtió en uno de los pilares del equipo de Claudio Ubeda y en uno de los jugadores más valorados por los hinchas, junto con Leandro Paredes y Miguel Merentiel.
Ayrton Costa comenzó hace cuatro meses un entrenamiento específico para mejorar sus condiciones físicas y neurocognitivas. Y los resultados están a la vista: es el futbolista de Boca con mayor cantidad de duelos ganados en el torneo, tanto aéreos como terrestres, convirtió ante Argentinos Juniors su tercer gol en el Clausura y se llevó una ovación cerrada de parte de la Bombonera. El domingo tendrá un nuevo desafío: enfrentar nada menos que a Adrián Martínez, el goleador de Racing, que llegará al clásico con diez partidos sin convertir y buscará cortar esa racha justo en la antesala de la final.
Costa, que de chico practicó boxeo y desarrolló un físico privilegiado que lo ayudó a afirmarse como zaguero pese a su estatura (1,79), comenzó a entrenarse en doble turno tras su participación en el Mundial de Clubes, donde Miguel Russo le dio un voto de confianza y lo sostuvo como titular, incluso cuando había llegado a Miami apenas dos días antes del debut ante Benfica, después de que el gobierno de Estados Unidos le negara la visa en dos oportunidades por estar cumpliendo una probation por una causa por robo de 2018, en Bernal.
Finalmente, el defensor, que había alternado en el equipo durante el ciclo de Fernando Gago, se afianzó en el puesto y su buen rendimiento terminó de decretar la salida de Marcos Rojo, entonces capitán, que dejó de tener oportunidades y, sumado a sus conflictos extrafutbolísticos, rescindió su contrato. Costa jugó a gran nivel contra Benfica, estuvo aún mejor ante Bayern Munich y una lesión muscular lo dejó afuera del duelo decisivo ante Auckland City, al que Boca llegó obligado a golear, y que selló su eliminación.
Aquella ausencia lo marcó: de regreso en Buenos Aires, Costa tomó la decisión de no ceder más terreno. El desgarro lo dejó 47 días fuera de las canchas, período en el que Marco Pellegrino aprovechó para ganar rodaje y mostrar un buen desempeño. Costa recuperó su lugar a los tres partidos, justamente por una lesión del ex Huracán, y ratificó su titularidad en cada uno de los 12 encuentros del disputó, formando una gran dupla con Lautaro Di Lollo y con 26 años se transformó en líder de la defensa.
View this post on InstagramAl menos una vez por semana, Costa visita un gimnasio de Parque Avellaneda donde realiza sesiones de entrenamiento específico junto al preparador físico Mirko Osan. El lugar, llamado Arco Sports y creado hace tres años, también es frecuentado por otros futbolistas a los que Osan acompaña, como Valentín Gómez, del Betis; Elian Irala, exvolante de San Lorenzo que hoy juega en Emiratos Árabes; y Francisco Álvarez, central de Argentinos Juniors y rival de Costa el domingo en la Bombonera. Se trata de una serie de ejercicios que mejoran la parte física, como la agilidad, los desplazamientos y los arranques, pero también la parte mental, con especial foco en la atención, la repentización de movimientos y la capacidad de reacción.
“La verdad, me sorprendió la manera de trabajar de Ayrton. Incluso cuando llega muy cansado después de un partido, viene igual a hacer la recuperación: botas de compresión, sauna y pileta de crioterapia -explica Osan a LA NACION-. El entrenamiento apunta a las capacidades que él quería mejorar: primero, fortalecer toda la cadena posterior para recuperarse del desgarro; y después, potenciar otros puntos como la potencia, la velocidad resistida, la capacidad de salto y la toma de decisiones bajo presión y fatiga”, completa Mirko, hijo de Pablo Osan, preparador físico de las inferiores de San Lorenzo.
Ante Racing, Costa jugará su 26° partido en Boca. Desde que volvió de su desgarro, no se perdió ninguno y completó siempre los 90 minutos. Para Claudio Ubeda, que jugó en su misma posición, es un futbolista irremplazable por varias razones: su solidez defensiva, su fortaleza física, su presencia en el juego aéreo en ambas áreas y, sobre todo, su velocidad para cubrir espacios cuando el equipo queda largo.
En el último tiempo, el quilmeño de 26 años apareció como potencial convocado a la selección de Cabo Verde rumbo al Mundial 2026, ya que su abuelo era de ese país, y también se mencionó que Gustavo Alfaro lo tiene en carpeta para representar a Paraguay, aunque, según pudo saber LA NACION, no está en consideración al menos en el corto plazo. De todos modos, Costa dejó en claro que su objetivo es salir campeón en Boca y, recién entonces, ilusionarse con un llamado... de Lionel Scaloni.
El objetivo, ahora, es llevar a Boca a la final. Para coronar un semestre consagratorio, en el que logró adueñarse de la cueva a fuerza de dedicación y constancia, y al trabajo que realiza cuando las cámaras se apagan.