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La Premier League, sin filtro: cámaras en el vestuario y entrevistas en vivo a los reemplazados

Hubo un tiempo en el que el fútbol era “de puertas abiertas”. Hasta finales del siglo pasado era normal que los medios gráficos, radiales y audiovisuales pudiera ingresar a los vestuarios y e...

La Premier League, sin filtro: cámaras en el vestuario y entrevistas en vivo a los reemplazados

Hubo un tiempo en el que el fútbol era “de puertas abiertas”. Hasta finales del siglo pasado era normal que los medios gráficos, radiales y audiovisuales pudiera ingresar a los vestuarios y e...

Hubo un tiempo en el que el fútbol era “de puertas abiertas”. Hasta finales del siglo pasado era normal que los medios gráficos, radiales y audiovisuales pudiera ingresar a los vestuarios y entrevistar a los protagonistas, apenas unos minutos después de finalizado el encuentro. De hecho, en los archivos se ven imágenes de aquello: futbolistas semidesnudos respondiendo las consultas en vivo para la radio o la TV.

Más tarde, esas libertades se terminaron. Y la privacidad pasó a ser exclusiva del plantel y del cuerpo técnico, más allá de algún dirigente con “acceso VIP”. El fútbol, entonces, se blindó. Y solo trascendía las paredes lo que los mismos protagonistas querían compartir, más acá en el tiempo, a través de las redes sociales. El caso más claro: el vivo que hizo Nicolás Otamendi a través de su cuenta de Instagram en medio de los festejos por avanzar a la final de la Copa del Mundo ganada por la Argentina en Qatar 2022.

Ahora, la Premier League va por más. La liga más poderosa del planeta quiere dar un paso más en la puesta en valor de su producto: permitirá que cámaras de televisión accedan a los vestuarios, realice entrevistas durante el entretiempo, y dialogue con jugadores sustituidos, incluso cuando el partido aún esté en juego. Todo, claro, bajo estrictas condiciones y con un objetivo claro: mejorar el “contenido” y ofrecer “un mejor producto”.

Las nuevas reglas, incluidas en la Sección K del último manual oficial de la Premier League, fueron aprobadas en la reunión anual de los clubes en junio pasado. La premisa es simple (y ambiciosa): abrir las puertas que tanto tiempo estuvieron cerradas, esas que protegían la intimidad sagrada del vestuario, y así elevar la experiencia televisiva a niveles inéditos. Pero como en toda apertura, hay matices, restricciones y una condición que genera polémica: los clubes podrán negarse si están perdiendo.

Rumbo al “All Access” (acceso a todo)

Las cámaras podrán ingresar al vestuario en cuatro momentos del espectáculo: después del calentamiento previo y antes del inicio, en el entretiempo, después del partido, o entre el silbatazo inicial y la salida de los jugadores.

Por el contrario, no podrán estar durante las charlas técnicas ni los momentos de mayor tensión. El acceso al audio también será opcional: los clubes tienen la última palabra sobre si se graba lo que se dice puertas adentro.

A eso se suman nuevas entrevistas con entrenadores o jugadores sustituidos en pleno partido —sí, mientras el juego sigue—, y diálogos durante el entretiempo, si es que el clima de partido lo permite. Lo que genera controversia es que esas entrevistas deberán ser “positivas”, según marca el reglamento. ¿Cómo evitar un exabrupto de alguien que no quedó conforme con su reemplazo y, con las pulsaciones a mil, es abordado por un micrófono? Si estas reglas ya existieran en el fútbol argentino, ¿qué hubiera dicho Merentiel el domingo último si se veía obligado a ser entrevistado después de salir corriendo del campo al vestuario?

👀 ¿QUÉ PASÓ? La secuencia, al detale, del cambio de Merentiel en el Ducó.

📺 No te pierdas #ESPNFútbol1 en vivo por #DisneyPlus pic.twitter.com/OZ3xAEgttm

— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) July 28, 2025

En otras palabras, la Premier busca humanizar y acercar a los protagonistas, pero intenta ocultar cierta parte. Mostrar, pero sin mostrar todo. Aunque mientras la televisión quiere acceso a todo y presiona económicamente para eso, son los clubes los que siguen controlando el guion de lo que se cuenta y lo que no.

Según el nuevo manual, cada club de la Premier deberá permitir al menos dos veces por temporada una de estas tres formas de acceso mejorado: cámaras en el vestuario, entrevista en el entretiempo o entrevista durante el juego con un jugador sustituido.

Pero hay una excepción clave: si el equipo va perdiendo en ese momento, puede negarse. La derrota sigue siendo un tema sensible, incluso para las transmisiones millonarias. Si un club se niega bajo ese argumento, está obligado a reprogramar el acceso para otro partido más adelante.

Las solicitudes deben hacerse al menos cinco días antes del partido, y los clubes tienen 72 horas para confirmar cuál de los tres tipos de acceso concederán. Las cadenas, a su vez, deben garantizar que el contenido no sea polémico ni negativo, un lineamiento que deja entrever cierta tensión: el detrás de escena se mostrará, pero sin conflictos visibles.

El negocio detrás de la intimidad

Este movimiento responde, en parte, al nuevo contrato televisivo firmado por la Premier League con Sky Sports y TNT Sports, que incluye la transmisión de 215 partidos y está valuado en unos 6.700 millones de libras esterlinas. En ese contexto, darle más a la audiencia no es un capricho, sino una inversión estratégica. El fútbol ya no se limita al césped: la narrativa audiovisual, los gestos, las frases espontáneas y las emociones sin filtro son también parte del juego. O del negocio.

El concepto de “contenido premium” se impone, y el vestuario —último bastión de la privacidad del futbolista— se convierte en un nuevo escenario. Algo que ya se había probado de forma experimental la temporada pasada, sin demasiada aceptación por parte de los hinchas más tradicionales.

Para muchos entrenadores, esta medida es vista con escepticismo y rechazo. No se trata solo de la incomodidad de tener una cámara a un metro cuando se da una indicación táctica, sino de la pérdida del espacio emocional más importante del fútbol profesional: el vestuario. Ese lugar donde se habla fuerte, se discute, puede haber insultos o grescas, se sufre o se celebra. Una habitación que estaba solo reservada para los protagonistas.

Además, aunque la Premier garantiza un “veto emocional” (si hay derrota, no hay cámaras), el debate sigue latente: ¿cuál es el límite entre mostrar más y mostrar demasiado?

El fútbol como serie en tiempo real

Mientras tanto, los fans se dividen. Hay quienes celebran la posibilidad de ver la cocina del fútbol. Y están los que alertan sobre la banalización del juego, donde todo puede ser editado, intervenido o dirigido para contar una historia que no siempre refleja la verdad.

La Premier League, sin embargo, parece decidida a avanzar. Con estos cambios, busca consolidar su lugar como la liga más vista, más seguida y más vendible del mundo. Y, de paso, alimentar esa sensación de que el fútbol, además de ser un deporte, es un producto narrativo global que no deja de reinventarse. Como si fuera una serie. Pero en vivo. Y con VAR.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/la-premier-league-sin-filtro-camaras-en-el-vestuario-y-entrevistas-en-vivo-a-los-reemplazados-nid30072025/

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