SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Además de los lagos, las montañas, el turismo aventura y la buena gastronomía, esta ciudad se afianza desde hace unos años como destino cervecero por excelencia. La enorme cantidad de propuestas de calidad motoriza una suerte de revolución en los paladares de locales y turistas.

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Se trata de un sector que gana personalidad a medida que combina los mejores procesos tecnológicos con el aporte artístico de los maestros cerveceros. Las recetas europeas y americanas son reversionadas con ingredientes regionales y tienen cada vez mayor aceptación del público, que se anima a probar sabores. Y este verano, las innovaciones de las diversas marcas coincidirán en el Festival de la Cerveza, que, entre el 6 y el 11 de febrero próximos, desplegará más de 60 canillas con múltiples estilos.

“La fiesta es clave para la ciudad. Antes, Bariloche se vinculaba inmediatamente con el chocolate. Y hoy la cerveza es un producto cada vez más icónico, bien identitario. Somos uno de los polos de cerveza artesanal más importantes de la Argentina. Y durante esa semana de febrero, todas las cervecerías ofrecen diversas actividades, además del ‘pinchado’ simultáneo de las variedades pensadas específicamente para esta acción, que se hará en el cerro Catedral”, cuenta Lucio Bellora, director del festival.

Organizada por la Asociación de Cerveceros Artesanales de Bariloche (ACAB), la fiesta permitirá a los amantes de esta bebida conocer cuáles son las principales tendencias y por qué estilos y variedades están apostando las fábricas.

Las variedades

“Estuvimos esperando la cosecha de frutas finas, especialmente frambuesas y moras, para la producción de cervezas sour, que es lo más novedoso en la industria mundial. Son cervezas ácidas refermentadas con fruta. Y también trabajamos muy fuerte en las hazy, que son cervezas turbias, como la Neipa. Estas representan una tendencia más instalada. Tienen una untuosidad mucho mayor, mucho más cuerpo y sedosidad, y una carga altísima de lúpulo. Eso es lo que está buscando hoy el consumidor. Dentro del mundo de las cervezas lupuladas, es la última novedad”, afirma Santiago Wesley, de Wesley Brewery.

El encargado de producción en esa cervecería familiar es Iván Martínez, que amplía sobre las particularidades de las sour: “Son cervezas de fermentación mixta que se hacen tradicionalmente en Bélgica, pero que hace unos años se empezaron a producir también en Estados Unidos. Acá inoculamos los microorganismos (levaduras salvajes y bacterias) en la barrica, donde la cerveza pasa entre 1 y 3 años. También hacemos otro tipo de cervezas ácidas de producción más rápida, las sour ale, que refermentan con frambuesas y moras. Son bien refrescantes”.

En la fábrica del kilómetro 15,5 de la avenida Bustillo, la familia Wesley también hace cervezas Imperial Stout de guarda, que pasan por barricas de vino y de bourbon, y que se oxidan en la interacción con la madera. Además, durante el festival, presentarán una hoppy lager, una cerveza liviana y aromática con un dry hop de lúpulo Mosaic.

En el kilómetro 24,7 del Circuito Chico, la cervecería Patagonia también hizo apuestas fuertes para este verano. Agustín Stella, del equipo de Conocimiento Cervecero de la marca, detalla las características de las ocho innovaciones que pueden disfrutar los visitantes: “En primer lugar, creamos un tridente de cervezas lager, compuesto por un estilo Light Lager norteamericano de muy bajo alcohol y alta tomabilidad, una Munich Helles muy fresca con notas de lúpulo floral y espuma muy persistente, y una Pilsen checa que apodamos Amancay, de un cuerpo más intenso”.

Luego, para los que prefieren las cervezas ‘lupuladas’, en Patagonia prepararon una Red Lager con lúpulo japonés Sorachi, una Session Ipa con lúpulos bien cítricos, y una Ipa Argenta, con agregado de avena y trigo, y elaborada con lúpulo Victoria. “La Ipa Argenta tiene muy buena repercusión. Es ideal para seguir festejando la Copa del Mundo”, sonríe Stella.

Y las últimas dos novedades, para los amantes de las cervezas maltosas, son una Scottish ligera y una Munich Dunkel. A su vez, a partir de febrero empezarán a servir en la microcervecería de Circuito Chico la Maracuyá Neipa de edición especial, de bajo amargor y un color que se asemeja al jugo de naranja.

Mente abierta

Si bien las Ipa se han popularizado en los últimos años, son muchos los consumidores que llegan a Bariloche con la “mente abierta” para probar otros estilos. De hecho, Guido Ferrari, uno de los creadores de la cerveza Berlina, considera que una de las tendencias más firmes y uno de los mayores desafíos actuales para los cerveceros es volver a las lager.

“En Berlina siempre nos caracterizamos por hacer cervezas balanceadas. La ‘tomabilidad’ siempre fue clave para mi hermano Bruno, nuestro brewmaster. Las lager tradicionales son fáciles de tomar, pero muy difíciles de hacer. Se requiere buena materia prima, tiempo y mucha técnica para hacer buenas lager. Creo que ese es el gran reto actual”, dice Ferrari.

También considera que el festival de la cerveza representa una celebración del mercado artesanal y una gran oportunidad para visitar fábricas y conocer de cerca los procesos. Para esta edición, Berlina hará una Nina’s Pumpkin Ale, una cerveza roja elaborada con calabazas y una pizca de canela.

Las claves de la revolución

Todos los protagonistas de la industria local subrayan la extraordinaria relación entre la cantidad de cerveceros y de habitantes que existe en la zona de Bariloche y El Bolsón. La presencia cercana de lupulares y de entidades como el Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (Ipatec), del Conicet, potencian la sinergia.

“La calidad en Bariloche es altísima. Todas las marcas tienen variedades y calidades muy buenas. El desarrollo tecnológico también colaboró: hay buena mano de obra, diseñadores y fabricantes de equipos. Se mejoran permanentemente los procesos de producción, hay laboratorios en todas las fábricas, y eso nos permite ofrecer un muy buen producto”, señala Francisco Santa Coloma, de Cervecería La Cruz, una de las más antiguas de la ciudad.

Además de la clásica Ipa La Cruz, la Ipa Victoria, la Red Ipa y la Session Ipa que hoy tienen en carta, durante el festival darán a conocer su Summer Ipa, una cerveza liviana de alcohol medio y amargor persistente.

Junto con la buena gastronomía, la experiencia cervecera en Bariloche se impone como un diferencial. Generar el paladar, propagar el conocimiento y la cultura cervecera siguen siendo los grandes objetivos de las marcas locales. Y la fiesta aparece como un momento ideal de intercambio y brindis para los amantes de esta bebida.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/la-revolucion-del-lupulo-la-ciudad-patagonica-que-ya-es-uno-de-los-destinos-cerveceros-mas-nid23012023/