La trágica vida de Nikolai Vavilov
Nikolai Vavilov, un eximio agrónomo ruso de fama mundial, murió el 26 de enero de 1943 en un gulag (centro penitenciario) de la Unión Soviética estalinista. Falleció de inanición durante su e...
Nikolai Vavilov, un eximio agrónomo ruso de fama mundial, murió el 26 de enero de 1943 en un gulag (centro penitenciario) de la Unión Soviética estalinista. Falleció de inanición durante su encarcelamiento, tras haber sido arrestado en 1940 acusado de traición a la patria. Vavilov había nacido en Moscú en 1887. Su infancia transcurrió en medio de una hambruna, hecho que lo marcó de por vida. Por ello, durante su vida científica, centró sus esfuerzos en paliar esta problemática. Entre 1920 y 1940 organizó (y participó en) más de 100 misiones de exploración en su país y en el extranjero, con el objetivo de identificar los centros de origen de los cultivos, preservar su identidad genética, desarrollar nuevas variedades y establecer un banco de semillas. Realizó expediciones por Europa, Asia, África, América del Norte, América Central y el Caribe, y América del Sur (incluso visitó la Argentina en 1932), y recolectó especies cultivadas y especies silvestres relacionadas con los cultivos. De cada lugar obtuvo valiosos datos sobre la geografía y los idiomas y culturas de sus habitantes. Publicó importantes artículos científicos; se destaca su obra de 1926 El origen de las plantas cultivadas, revolucionario aporte a la ciencia cuyos conceptos aún tienen vigencia. A pesar de ello, fue considerado un traidor a la Unión Soviética, pues sus investigaciones desafiaban las ideas de otro agrónomo, Trofim Lysenko (1898-1976).
A principios de 1930, Lysenko introdujo en la ciencia soviética la desacreditada idea de que los caracteres adquiridos podían heredarse, una suerte de lo que en biología se llama “lamarckismo”, en relación con los conceptos evolutivos del naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829). De una manera sucinta y tal vez exagerada, el lamarckismo se puede resumir con el siguiente ejemplo: si una persona se quiebra la nariz, los hijos que tenga después de ese accidente nacerán con la nariz rota. Lysenko afirmaba que el trigo podía mejorarse si se lo sembraba en regiones frías pues, sin ningún método genético o de otra naturaleza, se iba a adaptar a ese clima y esa adaptación sería heredada por sus descendientes. Para Lysenko, a diferencia de Vavilov, el ambiente prevalecía sobre la herencia genética. Por otra parte, Lysenko –que consideraba la genética una ciencia burguesa– vinculó sus propias ideas con el marxismo-leninismo, presentándolas como la única biología compatible con esa ideología. Esta supuesta compatibilidad y su promesa de rápidas soluciones cautivaron a Stalin, que entronizó a Lysenko en la ciencia soviética de ese momento. Como consecuencia cruel y arbitraria de ello, Vavilov fue considerado un traidor a su patria, arrestado en agosto de 1940, sometido a juicio y condenado a muerte. Su pena fue conmutada por una prisión perpetua con trabajos forzados y, luego, enviado a un gulag en la ciudad de Saratov.
La trágica vida de Vavilov es un claro y brutal ejemplo de cómo una ideología, en su variante dogmática, bloquea o ignora leyes naturales o descubrimientos científicos que contradicen sus postulados. La Unión Soviética solo rehabilitó a Vavilov en la década de 1960.
En la actualidad, aunque las sociedades modernas se definen como científicas, los dogmas persisten bajo nuevas formas. La negación del cambio climático y la desinformación en torno a las vacunas son ejemplos de dogmas modernos que desconocen la evidencia científica. A diferencia del dogma, la ciencia presenta objetividad (se basa en hechos comprobables), racionalidad (usa la lógica, el razonamiento y el pensamiento crítico), verificabilidad (los resultados pueden ser comprobados o repetidos por otros científicos) y provisionalidad (las conclusiones pueden cambiar si aparecen nuevas evidencias que contradicen o modifican las anteriores). El destino de Vavilov demuestra hasta qué punto la ideología, cuando se impone sobre la evidencia, puede destruir no solo la verdad, sino también a quienes la buscan.
Profesores de la Universidad Nacional de La Plata
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-tragica-vida-de-nikolai-vavilov-nid01112025/