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Lo impuso Pancho Dotto y lo usa la China Suárez: el baño japonés que es tendencia y resuelve la piscina en pocos metros

“Compré mi tina el año pasado y la puse al lado del sauna exterior que tengo en casa, es mi zona de relajación, generé tendencia”, comenta Pancho Dotto desde su hogar de campo, El Refugio, ...

“Compré mi tina el año pasado y la puse al lado del sauna exterior que tengo en casa, es mi zona de relajación, generé tendencia”, comenta Pancho Dotto desde su hogar de campo, El Refugio, en Entre Ríos. “Trato de usarla casi todos los días. La compré y vinieron especialmente desde Mendoza a instalarla. Dos veces, en realidad, porque la fui moviendo de lado”.

Desde hace un año ya que una suerte de minipileta se destaca en medio del parque, bajo un árbol. Ahí es donde Pancho se relaja, bañándose sumergido en agua bien caliente. “Se calienta con leña aunque yo le hice un by passs y lo caliento con el calefactor que uso para la pileta y así en quince minutos el agua está recontra hirviendo. Le prendo el fuego para que quede pintoresco y funciona como un ‘Jacuzzi’ –como se conocer a los hidromasajes-. Me baño, me relajo y después voy a compartir mis ratos con amigos”, cuenta sumergido en este gran tonel de madera.

“Es para dos personas, pero entran cuatro tranquilamente”, describe Dotto a esta bañera, inspirada en el “ofuro”, baño japonés. Para que tome temperatura y funcione (sin su customización) en Muebles de Barrica en Mendoza explican que “solo hay que agregar el agua y leña”. Las bañeras están revestidas en madera de guatambú y de kiri que garantizan el aislamiento. Las tinas miden 2 metros e incluyen tres jets para hidromasaje, traen una bomba y generan agua a presión y burbuja.

Pocos metros, agua reutilizable y consumo medido

Pero, más allá de los hidromasajes de fibra de vidrio que se supieron ver en los 90, bañeras como estas –en madera y más naturales- comienzan a repetirse en casas de los famosos y apelan a la relajación de una manera más calma. No tanto armatoste y más simplicidad.

La China Suárez fue una de las primeras en mostrar su modelo de bañera “ofuro”. La actriz (por entonces con Benjamín Vicuña) se relajaba allí con sus chicos al aire libre, como en una suerte de minipiscina en su casa de Carmelo. “La China lo compró sin dudar, ella ya sabía de qué se trataba”, detalla Jorge Ceballos, creador de los Hiroki desde 2016. Y es que, inspirada en sus raíces niponas (y en sus bisabuelos, de apellido Mitsumori) Eugenia encargó un tradicional baño japonés.

“Al encenderlo, utiliza un motor que mantiene el agua caliente a una temperatura de 40 grados. Pequeño, mide 2 metros por 1, y consume 9 Amper para mantener el agua a temperatura. Esto, cuando una planchita para pelo, de 12 a 14. Además cuenta con una tapa para mantener el calor”, detalla Ceballos. Cada vez más personas los incorporan en sus hogares: desde Mery del Cerro y Meme Bouquet a la artista Mercedes Funes y el exfutbolista Pepe Chatruc. Y, es que los deportistas son los primeros en conocer sus propiedades relajantes.

Lo señalan como un baño sustentable ya que, si bien para un modelo pequeño son necesarios 590 litros de agua, esta podría durar semanas (y una vez usada, se puede reutilizar para regar o lavar). Están quienes los eligen como una versión de piscina de patio o terraza, una versión sofisticada de una pileta de lona, exclusiva y algo costosa (un modelo Balcony ronda los 3.940 dólares + IVA).

Al estilo oriental, los Hiroki está hechos con madera kiri y solo necesitan contar una base firme y nivelada y tener un cable de conexión. “Cada bañera cuenta con asientos para sentarse y relajar. Lo que puede ser una minipiscina para refrescarse, va más allá. Al usarlo cuando está frío, de noche en invierno, eleva la temperatura corporal”, explican sobre los Hiroki.

El ofuro japonés, la inspiración

Toda esta inspiración llega del Japón, donde el baño trae calma al cuerpo y también a la mente. Parte de una rutina indispensable, el “ofuro” (“baño de inmersión” en japonés) por la noche es indispensable antes de ir a dormir. “En Japón el baño es un momento de relajación. En un sector diferenciado se toma en cuenta a higiene - se utilizan jabón y shampoo y se eliminan todas las impurezas con un duchador; recién ahí se pasa a la bañera. Casi de la misma forma que nos duchamos antes de entrar a una pileta”, explica Pablo Igarashi, terapeuta y especialista en relajación oriental. “Uno se sumerge en el agua bien caliente –a unos 40°C, mucho más que lo que se suele usar en Occidente- que será de uso común para toda la familia. Sí, todos se sumergen en la misma agua, que estará limpia, dado que todo residuo fue eliminado previamente”.

En los hogares, los ofuro (bañeras son más hondas que las convencionales) permiten sumergirse más profundamente y la temperatura se regula mediante un panel de control. “El estar sumergido por 15′ o 20′ en el agua caliente ayuda a abrir los poros y a eliminar toxinas (uno de los secretos del cutis saludable, característico en los asiáticos). El ofuro activa la circulación sanguínea y linfática, optimiza el sistema inmunológico, relaja la musculatura y así elimina el estrés. El baño es un acto de higiene pero también de bienestar”, explica Igarashi.

El “barril” redondo que se utiliza en el exterior de la casa es llamado furako y se calienta a gas o electricidad (en la antigüedad solían usarse leña, como los nórdicos).

El furor por las minipiletas

“Lo piden cada vez más”, asegura el carpintero Germán Koster. Cuenta que conoció el baño japonés hace diez años “por una arquitecta que nos preguntó su seríamos capaces de diseñarle uno”. Así en Eco Sauna le dieron forma a “un baño de relajación que hoy podemos crear a sistema eléctrico, a leña o que puede calentarse por medio de un calefón. Utiliza 600 litros de agua y no tiene chorros de agua jets, preferimos hidromasaje por colchón de burbuja, que surge desde el piso, más zen”, describe.

“Su función es permitir que las personas se relajen un rato sumergidos en el agua, como si fuese una terma japonesa”. Koster suma, además, el detalle que la madera con la que están hechos –en su caso, paraíso- “larga sus taninos, que le hacen bien a la piel”. La atracción en Occidente por estos baños japoneses también va de la mano de su exclusividad. Este espacio de relax, casi individual, cotiza “alrededor de 800 mil pesos más IVA”

Y el ofuro no está solo. Esta tendencia se suma a la de los baños nórdicos (muy similares, que se remontan incluso a los tiempos de los vikingos) que en Argentina provee Loop Pool. Sus bañeras “se calientan directamente con fuego mediante madera y un sistema como un fogonero, que toma el agua fría y la calienta como una cafetera hirviendo por medio de una serpentina que tiene adosada la bañera y el efecto termosifón que te asegura agua caliente todo el tiempo”, explica Martín Lan, creador de la empresa. A los nórdicos, Lan los describe como “un termo gigante” por su material de fibra de vidrio que, además son transportables. Cargan con 350 litros, miden 164 centímetros de diámetros y no tienen motores. “Son ecológicos porque no tienen necesidad de gas ni de electricidad”.

Como los ofuro, estas novedosas bañeras son buscadas cada vez más como una opción de relajación, “pero también como minipiscina. Ante el calor, las usan con agua fría de día y, recién de noche lo prenden”, describe. Relajar el cuerpo y resolver los espacios con una versión reducida e innovadora a las piletas de lona.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sabado/lo-impuso-pancho-dotto-y-lo-usa-la-china-suarez-el-bano-japones-que-es-tendencia-y-resuelve-la-nid19012023/

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