Manuscrito: Secretos de guerra
La última novela de Jorge Fernández Díaz (JFD), ganadora del ...
La última novela de Jorge Fernández Díaz (JFD), ganadora del premio español Nadal 2025 tiene un título, El secreto de Marcial (Destino), que se refiere a una sola persona, cuando en realidad abarca a varias generaciones de voces entrelazadas. Digo esto en primera persona, porque en las páginas de ese libro bellísimo encontré la historia de mi familia, para ser más preciso, la de dos países. En 2003, JFD publicó Mamá, el relato de la vida de su madre Carmina, registrada en 50 horas de grabación. En esas cintas reales y la vez novelescas faltaba sin embargo la contraparte paterna, la de Marcial, que intrigó a cientos de miles de lectores. Ahora tenemos el misterio, por fin, develado, que guardaba Marcial en su memoria.
No quiero ser spoiler. Las páginas finales de la novela, de verdad, revelan el enigma de la familia por lo tanto es desleal revelarlas. Pero hay algo en ellas que no tiene que ver con el suspenso. JFD es un maestro de tonos y matices en sus diálogos. En el trato de los personajes, el autor despliega una gran sutileza. La prosa escrita y la verbal del hijo son muy ricas en tonos; por momentos, uno diría que las palabras están “acolchadas” o dichas en sordina, casi en susurros. El diálogo de JFD con su madre está hecho de frases, pero también de caricias.
En la posguerra, a mi casa porteña llegaban compatriotas, paisanos, hasta vecinos de mi padre desde su pequeña ciudad natal de Las Marcas con los que charlaban en italiano. El dialecto no era muy cerrado, de modo que con frecuencia entendía todo. Trataban temas íntimos y familiares. “Secretos”. Bajaban las voces y, a veces, las alzaban porque se indignaban o porque había temas dramáticos, de la época de la primera guerra, de la que mi padre se había librado por haber emigrado en la entreguerra. En una ocasión, uno de esos paisanos pasó dos o tres días en la casa. Una tarde, él y yo nos quedamos solos. Yo no era un chico, pero tampoco un adolescente demasiado despierto. Había dos temas relacionados que siempre había querido tocar con los italianos que habían estado en la guerra y que me presentaban: la muerte y la violencia. Nadie quería hablar del miedo a morir, a ser matado en el frente; tampoco de qué se sentía cuándo se estaba en una trinchera y uno debía enfrentar al enemigo. ¿Qué era eso? No voy a decir ni el nombre ni el apellido de ese hombre que murió hace mucho y pacíficamente, sólo dos sílabas de su apellido “Rama”, que hoy es el de un cantante muy popular. “Rama” tendría entre los 35 y los 40. En dialecto, lo entendía a medias. Nos quedamos solos unas horas. Nuestra conversación era muy escasa. Le pregunté si había tenido que luchar y cómo era eso. Me contestó asintiendo con la cabeza. Él pensó que yo era más infantil. Me dijo cosas inverosímiles. “Saltábamos los unos contra los otros como si nos peleáramos; fingíamos. Los cuchillos, a medias… Una vez un alemán me hirió levemente con un sable, pero no quiso ir hasta el fondo, fue como si hubiera querido rasguñarme; y yo le di un golpe de piedra en la cabeza. No buscábamos matarnos”. Le pregunté si él había matado a alguien. Se sintió sorprendido. Me miró con los ojos entrecerrados como en las películas cuando se quiere expresar odio. Hasta qué punto yo, a esa edad, podía ser cruel. Rama volvió a hablar. Tuve la impresión de que su garganta estaba “raspada”. “Voy a preparar mis cosas porque mañana salgo temprano para ir a la estación de tren. ¿Están lejos Constitución y Córdoba”. Le aclaré que la estación estaba a veinte minutos de casa. Y Córdoba a varias horas en tren desde Buenos Aires. Toda una noche. Explicó que no iba en camarote. Me dio pena. Le palmeé una mano porque veía que eso se hacía mucho entre los italianos inmigrantes en señal de conmiseración. Lo que decía ese hombre no me interesaba. Quizá porque, a la voz, se sumaba una fealdad tediosa. Con la garganta sana, a lo mejor, la voz grave habría mejorado lo que iba a contar. Secretos de guerra arruinados: qué lástima.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/manuscrito-secretos-de-guerra-nid28032025/