Mariano Herrón, el ladero agradecido de Riquelme que toma el primer equipo por dos partidos
Mariano Herrón vuelve a reemplazar a Hugo Benjamín Ibarra. El exmediocampista, que coincidió con su amigo Juan Román Riquelme en la categoría 78 de Argentinos Juniors, se había hecho cargo de...
Mariano Herrón vuelve a reemplazar a Hugo Benjamín Ibarra. El exmediocampista, que coincidió con su amigo Juan Román Riquelme en la categoría 78 de Argentinos Juniors, se había hecho cargo de la Reserva en 2022, cuando Boca le encomendó a Ibarra la primera división. Ahora, tras el despido del formoseño, el DT del segundo equipo dirigirá en forma interina al plantel principal. En su hoja de ruta figuran dos compromisos: este sábado, ante Barracas Central, como visitante, por la Liga Profesional, y el jueves 6 de abril, el debut en la Copa Libertadores, el gran objetivo del año, ante Monagas, en Venezuela. Después, el Consejo de Fútbol espera tener cerrado al nuevo entrenador, cargo para el cual Gerardo “Tata” Martino parece ser el gran candidato.
Herrón llegó a Boca de la mano de su amigo Riquelme. Lo hizo como ayudante de Miguel Ángel Russo, el primer entrenador de la gestión encabezada por Jorge Amor Ameal. Luego, tras el despido del histórico DT, mantuvo su puesto en el cuerpo técnico de Sebastián Battaglia. Y a partir de la salida del futbolista más ganador en la historia de Boca, a mediados de 2022 y tras la traumática eliminación de la Libertadores, Herrón siguió. Lo hizo por un tiempo, hasta que llegó el pedido para hacerse cargo de la Reserva. Desde allí volverá a saltar a la primera, un trampolín que parece ser recurrente en el Consejo de Fútbol: confiar en entrenadores de la casa para guiar al equipo principal. Pasó con Battaglia y con Ibarra, ambos promovidos. Ocurre ahora con Herrón, y tras ganar dos títulos en su categoría el año pasado. Claro que esta vez, la idea no parece ser que permanezca en la primera, sino que a mediados de abril regrese a su lugar en Reserva. Dependerá del curso de las negociaciones por el nuevo DT.
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“La gratitud mía para con Román es porque yo estoy acá gracias a él, es la realidad. Me invitó a formar parte de este proyecto. Agradecido también a Miguel, que aceptó que yo trabajé con él. Pero la invitación principal fue la de Román”, señaló Herrón tras levantar el segundo trofeo de la Reserva. Incluyó un posteo con la palabra “gratitud” en Instagram. Y una foto suya junto a su amigo. La lealtad al vicepresidente y máximo responsable del fútbol de Boca es una de sus virtudes. También es cierto que es el entrenador más preparado para este momento: conoce a los que están en primera y también a los que estarán. Al futuro.
Su recordada marca personal a RiquelmeSe jugaba el Apertura 1999. En la quinta fecha, Argentinos Juniors recibía a Boca en la cancha de Ferro, que el Bicho utilizaba mientras remodelaba la suya. La clave de aquel partido iba a estar en la mitad de la cancha. El 5 de los de La Paternal era Mariano Herrón. El 10 de los de la Ribera, Juan Román Riquelme. Ambos, amigos fuera de la cancha, se persiguieron adentro. Como el peruano Reina a Diego Armando Maradona, Herrón fue la sombra de Román. Y la estrategia funcionó: igualaron 1-1, aunque el gol xeneize llegó justamente de una imprecisión del ahora entrenador interino.
Argentinos 1 vs. Boca 1 (Apertura 1999, fecha 5)
“Nos hemos enfrentado muchas veces cuando éramos jugadores. Quedó en el recuerdo aquel partido en el que le hice marca personal (el entrenador del Bicho era Osvaldo “Chiche” Sosa), porque empatamos y salió bastante bien”, evocó Herrón sobre aquel 1-1. Y añadió: “Pero si Román hubiera hecho alguno de los dos goles que pegaron en los palos nadie se hubiera acordado de Mariano Herrón. Son anécdotas que quedan: mi relación con él va más allá de esos partidos y ahora nos toca trabajar juntos. Nos conocemos desde los 10, 11 años, de las Inferiores de Argentinos”.
Ahora, el 10 de aquel partido vuelve a encomendarle a su amigo que guíe al primer equipo en un momento de transición. A diferencia de Ibarra o de Battaglia, no se trata de un ídolo de Boca y, tal vez por eso, nadie piense en su permanencia en el cargo. Ni siquiera el propio Herrón. Sabe que esa “gratitud” de la que habló en sus publicaciones en redes sociales lo llevó a esta oportunidad. Dos partidos para demostrar que está a la altura. Dos partidos para que Boca vuelva a recuperar algo de la tranquilidad perdida.
