¿Por qué los gobiernos acuerdan en materia comercial?
Tanto en la Argentina como en Estados Unidos, las operaciones de exportación e importación de mercaderías y servicios están en manos de personas y empresas privadas. Muy diferente del caso del ...
Tanto en la Argentina como en Estados Unidos, las operaciones de exportación e importación de mercaderías y servicios están en manos de personas y empresas privadas. Muy diferente del caso del intercambio internacional que se desarrolla entre Rusia, China y ni qué decir de Corea del Norte. ¿Por qué, entonces, el recientemente anunciado acuerdo de comercio e inversiones se celebró entre los gobiernos de la Argentina y Estados Unidos, y el lanzamiento formal se realizará en una ceremonia presidida por Javier Gerardo Milei y Donald Trump?
Al respecto, conversé con el norteamericano Joseph Michael Finger (1939 - 2018), quien estudió en las universidades de Texas y de Carolina del Norte, y enseñó en Duke. Entre 1970 y 1974 trabajó en la UNCTAD, entre 1974 y 1980 en la Tesorería de Estados Unidos, y entre 1980 y 2001 en el Banco Mundial. En 1979, junto con Mordechai Eliahu Kreinin, inventó un índice que mide la similitud exportadora de los diferentes países. En el plano personal, Julio Jorge Nogués apunta que “trabajamos juntos durante más de 35 años. Fue mi guía, fuente de muchas inspiraciones y amigo cercano. Dedicó mucho tiempo a entrenar a niños a jugar fútbol (soccer), un deporte que le encantaba. Falleció en un accidente náutico, en el río Potomac”.
- Nogués destaca su labor en el Banco Mundial.
- Según él, a comienzos de la década de 1980 jugué un rol importante en el cambio que se produjo en el paradigma del Banco, que culminó en el apoyo institucional a los programas de liberalización unilateral del comercio. En esa época el asesoramiento económico al Banco pasó de Hollis Burnley Chenery a Anne Osborn Krueger. Cuando me retiré del Banco Mundial estaba crecientemente preocupado y crítico por el resultado desequilibrado de la Ronda Uruguay (como se denominan a las diferentes etapas de la liberalización comercial, que se desarrolla en el ámbito del GATT, hoy Organización Mundial del Comercio).
- Entrando en materia, ¿qué relación existe entre la teoría del comercio internacional y la política comercial que aplican los países?
- La teoría del comercio internacional identifica qué manos se meten en qué bolsillos, mientras que la política comercial se refiere a quién las tiene que sacar. En una pequeña ciudad esto es muy claro, pero cuando uno se mueve a contextos más amplios tiene que tener la sensibilidad para denunciar qué reglas e instituciones, bajo la presión de poderosos grupos, facilitan que esto ocurra con gran frecuencia.
- Se acaba de anunciar un acuerdo marco de comercio e inversiones, entre la Argentina y Estados Unidos. ¿Qué puede decir al respecto?
- Primer punto, que usted planteó al comienzo de esta conversación. ¿Por qué acuerdo entre gobiernos? Porque de lo que se trata es de eliminar, o al menos reducir, impedimentos al comercio internacional, generados por la intervención estatal. Más allá de esto, para opinar primero hay que leer el texto, no simplemente el comunicado de prensa. Texto que, según parece, se conocerá por etapas.
- Pero entonces, ¿todavía no se puede decir nada?
- Se pueden plantear reflexiones generales. Por ejemplo, ¿mañana los supermercados de Boston se verán inundados por cortes de carne vacuna procedentes de la Argentina? ¿Mañana las farmacias de Rosario se verán inundadas por medicamentos producidos en Estados Unidos? No parece. Esto, naturalmente, genera reacciones diferentes, porque mientras los analistas hablan de sectores favorecidos y afectados, los empresarios, profesionales, etc., miran con lupa las oportunidades y los desafíos que siempre se plantean a nivel individual.
- ¿Qué otra cosa puede decir?
- Un par de principios generales. Por una parte, un acuerdo de liberalización comercial afecta más a una economía pequeña que a una grande. Imagine un acuerdo entre Estados Unidos y las Islas Fiji; difícilmente la primera “se entere” del acuerdo, la segunda mucho más. El otro principio dice que un acuerdo de liberalización comercial impactará más a la economía más cerrada que a la más abierta. Nuevamente es importante prestarle atención a la letra chica. Hasta Trump exclusive, Estados Unidos tenía bajos aranceles, pero podía tener fuertes restricciones no arancelarias, que generalmente se aplican de manera específica. Esto es importante porque es mucho más fácil identificar las barreras arancelarias que las no arancelarias.
- David Ricardo planteó una teoría del comercio internacional, basada en las ventajas comparativas. Según dicha teoría, Portugal sólo debía producir vino e Inglaterra textiles.
- Brillante exposición, que planteó a través de un ejemplo numérico, según el cual la especialización era completa, es decir, Portugal dejaba por completo de producir textiles, e Inglaterra por completo de producir vino. La realidad es mucho más compleja; pensar que, a raíz del acuerdo que estamos analizado, el “sector X” o la “región Y” van a desaparecer, es no pensar.
- El acuerdo busca eliminar trabas, pero en materia de propiedad intelectual probablemente busque que se abonen regalías para producir bienes inventados en otros países.
- Lo cual genera temores entre quienes se sienten afectados. Siempre ocurre, pero también existen oportunidades. Conozco varios ejemplos en los cuales la propiedad intelectual puede aumentar los ingresos de algunos pobres que viven en países pobres. La música africana se toca en muchos lugares del mundo sin que los compositores reciban un centavo por leyes que los protejan. No estoy en contra de los derechos de propiedad intelectual, pero sí en contra de presionar a los países en vías de desarrollo para que adopten la legislación existente en los países desarrollados, en una etapa demasiado temprana de su desarrollo.
- Esta última consideración me suena a argumento proteccionista basado en la “industria infantil”.
- Se trata de una cuestión empírica. Ciertamente que en la Argentina la protección que beneficia la producción de autos no puede basarse en la industria infantil, es decir, que los fabricantes de rodados necesitan tiempo hasta que aprendan a producirlos. Pero puede haber otros casos diferentes.
- La fotocopia de monografías y libros viola la propiedad intelectual.
- Y, en el ámbito académico, parece naturalizada. Cuando todo el mundo felicitó a Eugene Francis Fama por su Fundamentos de las finanzas, considerado un clásico, apuntó que -a juzgar por las liquidaciones del editor- o todos los lectores habían concurrido a las bibliotecas, o algunos lo estaban estafando. Pero probablemente el desafío más serio se plantee en el caso de los laboratorios nacionales, que seguramente no son un grupo homogéneo, a la hora de respetar o no los derechos de propiedad intelectual.
- Don Joseph, muchas gracias.