Ricardo Arriazu: “¿Se lo puede derrotar al Banco Central aun sin acuerdo con el FMI? No, porque no hay pesos”
CÓRDOBA.- Ricardo Arriazu, uno de los economistas más cercanos a Javier Milei, subrayó que hay una “fuerte incertidumbre” en la economía mundial y en la argentina. Aclaró que “no le preo...
CÓRDOBA.- Ricardo Arriazu, uno de los economistas más cercanos a Javier Milei, subrayó que hay una “fuerte incertidumbre” en la economía mundial y en la argentina. Aclaró que “no le preocupa” la local, pero sí la internacional.
“Esta semana, con todos los ruidos, con la salida del carry trade, en lugar de comprar, vendieron. ¿Se lo puede derrotar al Banco Central aun sin acuerdo con el FMI? No, porque hay restricción de cambios. No hay pesos, con control de cambios, para decir que va a explotar. Se va a tranquilizar, pero llevará tiempo”, definió sobre los movimientos cambiarios de las últimas semanas.
El economista disertó en Córdoba invitado por C&C Inversiones. “El Gobierno ha estado pagando deuda, por eso no acumula reservas. En mi opinión, ha estado haciendo bien. Los organismos internacionales aplauden, pero mientras tanto dicen ‘Pagame’”, indicó. Para este año, Arriazu proyecta que el Banco Central comprará US$12.000 millones, porque descuenta que se calmará la demanda de divisas del público.
Sobre el desembolso de US$20.000 millones que haría el FMI, con una primera entrega de US$8000 millones, afirmó que “aumenta el poder de fuego del Central, pero no alcanza para abrir el cepo”. Estima que primero debe avanzar en la cancelación de dividendos y analiza que Economía hará “lo mismo que con los importadores: los irá llamando y acomodando, y el resto, liberará de a poco”.
La expectativa de Arriazu es que el Gobierno esperará a que el riesgo país llegue a 500 puntos y saldrá a los mercados internacionales. “Si son exitosos, será después de las elecciones”, indicó. “Para estar tranquilos harían falta unos US$40.000 millones”, añadió.
A la hora de analizar los vencimientos a cancelar este año (US$7761 millones de capital), Arriazu repasó que el Gobierno en 2024 consiguió financiamiento, no pagando, por US$17.284 millones, con lo que las reservas netas del Banco Central eran negativas en US$31.000 millones. “Por eso era imposible abrir el cepo, porque era hiperinflación inmediata”, dijo.
Además, repasó las “enseñanzas” que dejó 2024 para la Argentina y proyectó una inflación de 18% anual de punta a punta bajo los supuestos de que las tarifas suben 10%, que se mantienen los precios internacionales y que continúa el crawling peg al 1%.
“La clave está en la política cambiaria”, afirmó, y ratificó que sería “una estupidez” que el Gobierno deje flotar el dólar entre bandas cambiarias que es lo que sugiere el Fondo Monetario Internacional (FMI). A su criterio, el cambio es que, a mitad de año, el crawling peg pase a medio punto mensual.
Destacó que la economía el año pasado creció “más fuerte” de lo esperado, y por el arrastre “revisó al alza” las estimaciones para 2025. Sobre el comportamiento de la demanda agregada, admitió que, si bajan los precios internacionales, golpea a la Argentina, al igual que si la gente compra dólares con los pesos.
Contexto internacionalA la incertidumbre mundial la vinculó con las políticas instrumentadas por Donald Trump, que “no se sabe si son estrategias negociadoras o aplicaciones que hará en la realidad”. Apuntó que Estados Unidos tiene un déficit comercial crónico que “no se resuelve con aranceles, como lo demuestra la experiencia argentina”. Refirió que el impacto de los aranceles será una “suba de la inflación”, a la vez que la expulsión de los migrantes dejará al país sin mano de obra suficiente y “subirán los salarios”.
“Los mercados no saben si esto es negociación o no, y reaccionan en función de lo que creen. El dólar se está apreciando, lo opuesto a lo que quería Trump”, definió, y repasó estadísticas que marcan una expectativa de inflación creciente a largo plazo.
Para Arriazu, el mayor riesgo es que la guerra comercial coincida con la explosión de la burbuja de activos: “La última fue en 2008. Es una combinación peligrosa; ambos impactos se potencian y bajan el comercio, los precios de materias primas, los niveles de actividad y el bienestar. La Gran Depresión es un ejemplo. No estoy pronosticando que vaya a pasar lo mismo, pero la gran duda es si hay una burbuja. Si uno mirara el valor histórico, es claro que no, pero el 72% del alza del año pasado está concentrada en los ‘siete magníficos’. Creo que es una mezcla de burbuja y cambio estructural”.