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Soñar con tu terapeuta: ¿está bien que se enoje?

Paciente: Soy un veterano con trastorno por estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad y discordia matrimonial. El Departamento de Asuntos de los Veteranos ha estado pagando mis sesiones c...

Soñar con tu terapeuta: ¿está bien que se enoje?

Paciente: Soy un veterano con trastorno por estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad y discordia matrimonial. El Departamento de Asuntos de los Veteranos ha estado pagando mis sesiones c...

Paciente: Soy un veterano con trastorno por estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad y discordia matrimonial. El Departamento de Asuntos de los Veteranos ha estado pagando mis sesiones con una terapeuta. En la última, le conté que había tenido un sueño sexual con ella. No compartí detalles específicos del sueño, ni dije ni insinué que me gustara.

Mi terapeuta estalló, diciendo que eso era algo que no debía decirle a una terapeuta. Al día siguiente me sentí tan mal por el incidente que le mandé un mensaje disculpándome. Le dije que estaba avergonzado y que nunca volvería a contarle algo así. No respondió.

Dos días después, recibí una llamada de su recepcionista diciéndome que mi terapeuta cancelaba mi tratamiento.

Para que conste, ella nunca me dijo que algún tema estaba fuera de límites. De hecho, me dijo que la terapia era un espacio seguro para compartir cualquier cosa que quisiera. Recuerdo haberle preguntado: “¿Puedo contarte cualquier cosa?”, y ella dijo: “Sí, cualquier cosa”.

Me siento confundido y abandonado. Era la única persona con la que podía compartir cosas sin sentirme juzgado. Así es como muchos veteranos se sienten si compartimos algo terrible que hicimos o que no pudimos hacer en servicio activo. No creo que vuelva a confiar en un terapeuta. Me siento perdido, solo y herido.

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La respuesta de un terapeuta consultado por el medio: Lamento mucho que hayas pasado por esto, porque no hiciste absolutamente nada malo. Al contrario, la falta fue de tu terapeuta y te dejó en una situación profundamente angustiante. Un terapeuta debería crear un espacio verdaderamente seguro, y es devastador cuando esa confianza se rompe. Lo que experimentaste —sobre todo luego de compartir algo tan íntimo— no solo es doloroso, también es desestabilizante.

En terapia, tenés todo el derecho de hablar sobre un sueño —incluso si involucra a tu terapeuta y aunque sea sexual—, y confiar en que la profesional manejará eso con habilidad, compasión y profesionalismo. Antes de sugerirte cómo manejar esta ruptura, creo que puede ayudarte a entender cómo se debería haber abordado esta revelación.

En terapia suelen surgir dos dinámicas: transferencia y contratransferencia. La transferencia ocurre cuando los pacientes proyectan en el terapeuta sentimientos que tienen hacia otras personas. Si, por ejemplo, tenés una relación complicada con un familiar controlador, podés transferir esos sentimientos hacia tu terapeuta cada vez que ella sugiera algo.

Estos sentimientos pueden variar desde la ira hasta la adoración, y también puede haber transferencia romántica o erótica cuando el terapeuta recuerda a una expareja o cubre una necesidad temprana: aceptación incondicional, un entorno seguro, intimidad emocional, sentirse visto o protegido. Los sueños muchas veces son formas del inconsciente de procesar emociones complejas, y la transferencia puede ser útil si el terapeuta ayuda al paciente a identificarla para profundizar en sentimientos subyacentes.

Pero algo pareció interferir con la capacidad de tu terapeuta para hacer esto. En su formación, los terapeutas aprenden a reconocer sus propias emociones hacia los pacientes —eso se llama contratransferencia.

Una terapeuta cuyo paciente le recuerde a su madre imposible de complacer puede empezar a sentirse impotente y resentida. O tal vez se identifique demasiado con un paciente que atraviesa algo que ella misma vivió (divorcio, un padre alcohólico), y pierda la capacidad de separar lo propio de lo ajeno.

Como en el caso de la transferencia, la contratransferencia debe ser identificada y procesada. Pero mientras que la transferencia se trabaja en sesión, la contratransferencia se aborda con supervisión clínica o terapia personal, para no afectar el trabajo terapéutico.

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Hay una frase en terapia: “Si es histérico, es histórico”. Generalmente, cuando alguien reacciona con intensidad, hay algo del pasado en juego.

Parece que tu terapeuta tuvo una fuerte reacción emocional a tu sueño, pero no exploró qué había detrás. Hizo del sueño un problema, en vez de revisar sus sentimientos hacia tu sueño. Al hacer eso, rompió la relación terapeuta-paciente: te avergonzó y luego te abandonó, te causó dolor, te impidió procesar esta experiencia perturbadora y te dejó sin continuidad ni cierre terapéutico.

El retiro repentino de tu terapeuta refuerza el miedo que muchos veteranos con TEPT, depresión, ansiedad o trauma sienten: que ser vulnerable lleva al abandono.

Pero aunque esta experiencia fue muy dolorosa, no significa que debas renunciar a la terapia para siempre. Uno merece un terapeuta que te acompañe, que te dé espacio para procesar todo lo que vivió, sin juicio ni miedo al abandono. La actitud de tu terapeuta sacudió tu confianza, pero creo que podés reconstruirla con el apoyo adecuado.

Podés empezar contando tu experiencia a la persona encargada del área de salud mental correspondiente, que puede ayudarte a decidir cómo proceder (por ejemplo, haciendo una denuncia para que otros pacientes no pasen por lo mismo), y darte referencias confiables para una nueva terapeuta.

Consultá con dos o tres profesionales antes de empezar. Contales lo que te pasó y cómo te afectó: que estás de duelo por la pérdida de esa relación, que te sentís traicionado, que te cuesta volver a confiar, y que buscás a alguien que te ayude a sanar tanto de esa experiencia como de lo que te llevó a la terapia. Observá cómo responde cada terapeuta y con quién te sentís más cómodo.

Finalmente, quiero que sepas que no estás solo. Aunque ahora lo parezca, hay personas que entienden todo lo que atravesaste y están ahí para acompañarte.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/mente/tuve-un-sueno-sexual-con-mi-terapeuta-estuvo-bien-que-se-enojara-nid15042025/

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