Un escándalo sexista pone en jaque al presidente de la Federación Italiana de Gimnasia
Andrea Facci, presidente de la Federación Italiana de Gimnasia (FGI) desde hace menos de un mes, quedó en el centro de la controversia luego de que se filtraran conversaciones telefónicas en las...
Andrea Facci, presidente de la Federación Italiana de Gimnasia (FGI) desde hace menos de un mes, quedó en el centro de la controversia luego de que se filtraran conversaciones telefónicas en las que realizó comentarios machistas y ofensivos sobre la gimnasta Ginevra Parrini. En una de las escuchas calificó a la deportista con expresiones sexistas que generaron un gran rechazo en el mundo del deporte italiano.
El escándalo estalló apenas unas horas después de que Emanuela Maccarani, histórica seleccionadora italiana de gimnasia rítmica, fuera apartada de su cargo tras ser acusada de maltratar a varias gimnastas. Este caso sigue en investigación, pero las grabaciones divulgadas involucran también al expresidente de la FGI, Gherardo Tecchi, quien participó en la conversación con Facci.
Las grabaciones, obtenidas por la Fiscalía de Monza en el marco de la investigación sobre Maccarani, revelan cómo Tecchi y Facci descalificaban a Parrini, quien había respaldado públicamente a las gimnastas que denunciaron maltratos. En la conversación, Tecchi afirmó: “¡Nunca fue una mariposa (término que se usa para referirse a las gimnastas italianas)! Hizo veinte días de entrenamiento y luego nada más”. Luego, agregó un comentario sexista: “Está buenísima... y le interesaba que la vieran en televisión”. Facci, por su parte, respondió con risas y repitió las palabras de su interlocutor.
Los comentarios no quedaron allí. En la misma llamada, se burlaron de la vestimenta de Parrini en sus apariciones en medios de comunicación, insinuando que utilizaba su apariencia física para captar la atención. “En la primera entrevista fue en pantalón, la segunda en falda y en la tercera con una minifalda que se le veía hasta el alma”, se escucha decir a Tecchi, con la aprobación de Facci.
Las reacciones no tardaron en llegar. La comunidad deportiva repudió enérgicamente estos comentarios. Giovanni Malagò, presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), aseguró que habló con Facci y que este le había expresado su arrepentimiento: “Facci me aseguró haber hablado con la gimnasta y haberle pedido disculpas tras reconocer que se había equivocado”. Sin embargo, la Fiscalía General del Deporte del CONI decidió abrir una investigación oficial para determinar si hubo violaciones a los códigos éticos del organismo.
Facci, por su parte, descartó la posibilidad de renunciar e intentó justificar sus palabras alegando que fueron “malinterpretadas”. “Estamos tratando de cambiar las cosas y seguiremos haciéndolo”, afirmó. No obstante, la presión sobre él es cada vez mayor, con diversos sectores del deporte exigiendo su renuncia inmediata.
El caso pone en evidencia una problemática de fondo dentro de la gimnasia italiana. La FGI es una federación con un 70 por ciento de afiliadas mujeres y en la que el 88 por ciento de sus integrantes son menores de edad. La divulgación de estos comentarios generó preocupación sobre el ambiente que impera en la dirección de la entidad y el mensaje que se le está enviando a las jóvenes gimnastas.
Mientras tanto, la Fiscalía Federal de la FGI también abrió un expediente para evaluar posibles sanciones contra Facci. En paralelo, la Fiscalía General del Deporte del CONI, encabezada por el prefecto Ugo Taucer, supervisará el caso y podría recomendar medidas disciplinarias.
El escándalo continúa escalando y amenaza con provocar una crisis institucional dentro de la gimnasia italiana. A medida que avanza la investigación, el futuro de Andrea Facci como presidente de la FGI parece cada vez más incierto.
La llamada del escándaloEl contenido de la conversación figura entre las 350 páginas de documentación recopiladas por la Fiscalía de Monza.
Tecchi comienza diciendo: “Las Farfalle... ¡Parrini nunca fue una Farfalla (mariposa)! Para mí, una Farfalla es quien entra en el equipo. ¡Esa es una Farfalla! Si solo hacés un entrenamiento, no lo sos”. Facci responde: “¡Por supuesto!”.
Tecchi insiste: “¡Exacto! Parrini solo entrenó veinte días y luego no hizo nada más, ni siquiera con la selección mayor. Ella... ella solo quería mostrarse porque es una mujer que está muy buena”.
Facci, entre risas, repite la misma frase de Tecchi: “¡Está muy buena! ¡Está muy buena! ¡Está muy buena!”.
Tecchi continúa: “Si te fijás, en la primera entrevista apareció con pantalones, en la segunda con falda”.
Facci: “Sí, y en la tercera con un gran escote”.
Tecchi: “¡En la tercera con minifalda! ¡Se le veía... se le veía hasta el alma!”.
Facci: “¡Sí, sí, sí!”.
Tecchi: “Y en la cuarta usó una remera para chicos...”.
Facci: “Con toda la espalda descubierta. Sí, sí, la vi”.
Tecchi concluye: “Así es la vida, Andrea. Es la ventaja de las mujeres sobre nosotros. Porque si vos te pones ahí con pantalones cortos, te escupen en un ojo”.
Facci, entre risas, responde: “¡Tenés razón, tenés razón!”.
La respuesta final del actual presidente de la FIG se refiere a haberla sugerido a Ginevra para liderar un Comité regional, quien le respondió: “No sé ni quién carajo es, pero es una preciosidad”, a lo cual Facci respondió: “Sí, sí, una porchetta”.
La “evidencia” de las FarfalleEn la misma llamada, Tecchi le cuenta a Facci que las gimnastas de Desio (las Farfalle) salieron en defensa de la entrenadora y que incluso reunieron material en pendrives para desmentir las acusaciones.
Tecchi: “Dispararon con todo, ¿eh?”.
Facci: “¿Contra quienes denunciaron?”.
Tecchi: “¡Por supuesto! Pero ellas tienen un montón de pruebas porque se prepararon. Como en el hotel no tienen nada que hacer, se pusieron a recopilar información y hasta prepararon pendrives para entregárselos a la fiscalía”.