Yami Safdie: el consejo que le dio Chris Martin, qué piensa del odio que recibe en redes y su gran sueño
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Yami Safdie canta desde siempre. De pequeña sus padres la llevaron a clases de comedia musical, durante la adolescencia fue al conservatorio y luego se graduó como Licenciada en Artes Escénicas en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Tuvo un ascenso meteórico en los últimos años. Pasó de subir sus videos en TikTok a lanzarse como solista y este año fue elegida para telonear a Dua Lipa en sus shows en la Argentina.
A pocos días de lanzar Querida yo, su último disco, la artista conversó con LA NACION y habló sobre cómo vive su éxito, las inseguridades y los comentarios que recibe en las redes sociales.
—¿Cómo estás en este momento tu vida? ¿Estás cómoda con vos misma?
—Uf, qué pregunta. Siento que siempre hay una cuota de incomodidad presente en todos los artistas, y en mi caso lo veo mucho en mí. Soy muy exigente conmigo misma y muy ambiciosa también... Siempre estoy buscando más y más, pero eso ya forma parte de mi vida y convivo con eso. Creo que estoy en un buen momento. Estoy muy contenta con este disco porque siento que me representa. Para mí es muy importante haber encontrado un sonido con el que me siento cómoda. Estoy orgullosa de lo que estoy haciendo. En mi vida personal también estoy muy bien, mi familia está bien, tengo mis amigos, mi grupo de trabajo con los que nos llevamos superbien, mi novio. Así que, dentro de todo, estamos en un momento bastante estable con todas las idas y vueltas y los viajes y todo.
—¿Cómo fue encontrar tu propia voz, tu propio sonido, más allá de las tendencias?
—En realidad, yo arranqué por el sonido más de moda, por el pop, pero coqueteando con lo urbano, con el sonido del reggaetón incluso desde el outfit, desde la imagen, pero ese tratar de asemejarme a lo que más estaba sonando no me funcionó. Empecé a dejarme ser y a volver a mi esencia, a lo que me gustaba cuando era chiquita. Empecé a hacer cosas que en la teoría no tendrían que ser tan mainstream o que sonar tanto y funcionaron mucho más, pegaron mucho ¡Es más muy loco! Parece una cosa medio hippie, medio cliché, pero ¡Es verdad, yo lo viví! En cuanto me dejé ser, la gente del otro lado también lo sintió.
—¿Tuviste algún consejo que te haya impulsado a seguir esa intuición?
—No tanto. Fue más bien prueba y error. En ese momento estaba leyendo un libro que es muy famoso, El camino del artista, eso me me ayudó mucho a explorar y expandir los horizontes. En ese momento estaba intentando por lo menos componer un poquito todos los días, todavía lo sigo haciendo. Me empezaban a brotar las ideas y cuando se me agotaron las ideas terminó apareciendo esto que al final era lo más sencillo y lo más puro.
Lugares vulnerables—¿Qué es lo bueno y lo malo de “desnudarte” a través de tus canciones?
—Yo también lo digo así... Para mí este disco es desnudarme en alma. Lo bueno es que me siento mucho más liviana después de escribir estas canciones y de compartirlas. Ese es el sentimiento más importante, para mi, de hacer música: sentir que puedo acompañar a alguien, que le puedo hacer bien a alguien, aunque sea una sola persona o poquitas, pero si escuchan una canción y se sienten identificadas y menos solas cumplí con la misión de mi música, que es la de la música en general también. Eso es un recontra “pro”. Y si tengo que pensar en la contra... es que si te pones en un lugar vulnerable, la gente opina un montón, hay gente que no te va a creer, que va a decir que es un personaje, que estás exagerando, que tus problemas no son válidos, que tus emociones no son válidas. Entonces, es exponerse a la crítica y a la opinión de mucha gente. Todo eso muchas veces es más un reflejo de lo que esa otra persona está viviendo y cómo le pega cierta letra o cierta canción más que algo que realmente tenga que ver conmigo.
—¿Cómo elaboraste eso? ¿Fuiste a terapia?
—Sí, voy a terapia hace varios años, sigo yendo todas las semanas, cuando puedo, a veces se me complica, pero trato de ir todas las semanas. Lo charlo bastante con ella y también hay un proceso interno que fui haciendo... Leí varios libros que me ayudan, hay un libro que me gusta mucho que se llama The Courage to Be Disliked que me encanta, Los cuatro acuerdos, cosas así que me fueron marcando y que me hicieron ver la vida de otra manera.
—¿Alguna vez sentiste que eso que te decían podía ser una verdad?
—Obvio que sí y todavía hay muchas cosas que me afectan. No es que lo tengo súper mega superado, pero lo pongo en la balanza y saco esta conclusión. Bueno, capaz mis problemas no son tan graves como el hambre en el mundo o no es tan importante para ciertos tipos de personas, pero para muchas otras es la canción que les ayudó a salir adelante en un momento difícil. Entonces, al final lo importante es eso y sobre todo para mí. A mí me sale desahogarme y hacer catarsis en forma de una canción. Bueno, entonces es válido porque es real.
—¿Te escriben mucho agradeciéndote?
—Sí, para mí eso es lo más lindo de todo. Me llegan muchos mensajes, muchos comentarios, mucha gente que me lo dice en persona también, cuando vienen a los shows o nos cruzamos en algún lugar random. A veces la gente me agarra y empieza a contar una historia supertrágica, me dice: “Tu canción me acompañó porque se murió mi madre”. Es superfuerte y no me queda más que agradecer.
El mal de las mujeres—En muchas de las canciones de tu disco hablás en primera persona sobre tus inseguridades; por ejemplo en “Botox” sobre cuestiones físicas...
—Si es muy real, es como la letra lo dice y las inseguridades están presentes, tanto con mi cuerpo como con mi trabajo, con el síndrome del impostor, con sentirme que no me lo merezco, que no soy lo suficientemente buena. Creo que es el mal que tenemos las mujeres, quizás porque vivimos en una sociedad que desde que somos chiquitas tiene exigencias más altas que para con los varones. En la mujer el físico está muy presente, en no envejecer, en la delgadez, la cierta hegemonía que encaja en cierto estándar muy específico... Son cosas que mamamos desde chiquitas y que consumimos y que están en todos lados, entonces siento que es medio difícil de procesar. Soy muy insegura, siempre fui muy insegura y siempre me importó mucho lo que decían los demás, pero siento que esta carrera me obligó a estar expuesta y si lo pienso desde un costado un espiritual creo que la vida me puso ciertos desafíos enfrente. Me dijo: “¿Vos querés ser cantante, querés ser conocida y que un montón de gente escuche tu música? Bueno, viene con todo esto". Viene con un montón de opiniones diferentes de un montón de personas y vas a tener que hacerte fuerte y bancártela. Me parece que ahí está la clave. También fui creciendo y fui madurando. Con el tiempo me fui hallando y en cuanto me hallé, me sentí más cómoda porque sé quién soy.
—Recibís bastante odio (hate) en las redes sociales ¿Alguna vez sentiste que te estaban apuntando justo en la herida abierta?
—Todo, la verdad que todo. No me gusta que se metan con mi cuerpo, con mi físico, no me siento muy cómoda con eso, después no sé si es que es justo una herida mía, pero sí me duele mucho ver el antisemitismo que se maneja en la sociedad, en internet y en general. Yo no soy particularmente religiosa, tengo un apellido judío y la gente automáticamente saca muchísimas conclusiones que vienen de prejuicios completamente arcaicos.
—¿Cómo qué?
—Muchos comentan que como mi apellido es judío yo debo tener mucha plata, y esas cosas... Dicen que no me lo gané y que seguramente alguien me puso acá, específicamente seguramente un varón me puso acá, porque para la gente una mujer nunca puede llegar sola. Todas esas cosas me duelen porque me costó muchísimo llegar hasta acá. Estuve 10 años subiendo covers, videos a TikTok, que están ahí, los pueden ver, hay evidencia por todos lados. Y si no, ¿cuál sería el problema? No habría ningún problema si alguien pagó para que me vaya bien, pero es una fantasía muy tirada de los pelos.
—Hay muchos comentarios del estilo: “Yami está hasta en la sopa”. “Si viene AC/DC, seguro Yami va a ser la telonera”...
—Esos chistes me divierten, lo entiendo, también tengo sentido de humor. Obvio que es verdad ¡Estoy en todos lados! Yo agradecida, me está yendo muy bien y me invitan. Pero bueno, una cosa es hacer un chiste y otra cosa es armar un rumor que expande y la gente los empieza a repetir como loros y los creen... ¿Qué es esto de que yo no me merezco nada de lo que tengo y por lo que trabajé tanto tiempo?
—¿A vos te costó decir: “Che, me lo merezco”?
—Sí, incluso, antes de recibir esos mensajes yo me decía esas cosas a mí misma. “No sé si estoy a la altura” o “Debe haber un error”. Yo fui la primera.
—Mucho trabajo interno...
—Sí, tampoco es una cosa tan especial, porque veo que todos los artistas, las artistas sobre todo, pasan por lo mismo y a muchos les pega muy diferente. Por eso también siento que muchos artistas terminan cayendo en drogas o en adicciones o en excesos o ansiedades.
—Para mucha gente eso resulta curioso porque de afuera las ven como “felices y exitosas”. Tini tuvo sus ansiedades y depresiones...
—Tal cual. Yo no estoy ni cerca de ser tan famosa como Tini, pero recién ahora estoy empezando a entender un poco el nivel de la exposición y encima ella que está desde muy chiquita. El impacto que pueden tener miles y miles de comentarios tratando de lastimarte es real porque son comentarios hechos con maldad y buscando herir. No es fácil.
View this post on Instagram-¿Cómo viviste ser la telonera de Dua Lipa en la Argentina?
—¡Hermoso! Para mí fue muy increíble, ella tiene una energía espectacular y la tomo como ejemplo de la sencillez total: siendo una persona mega famosa, mega exitosa, mega celebrity, es superhumilde y amorosa. Se tomó el ratito de saludarme, de mirarme los ojos, hablarme, sacarse una foto conmigo. Entonces, siempre que yo trato de aprender de esas personas.
Bullying y estrellas—¿Te imaginás llegar a construir una carrera con tanto alcance como el de Dua Lipa?
—La veo a Dua Lipa y, de hecho, la veo como ejemplo de una persona que lo lleva increíblemente y digo: “Ah, yo quiero vivir como ella.” Pero bueno, también pienso que si hoy que me conocen dos gatos locos, tengo tanto bullying en internet ¿Cómo será cuando me conozcan más y más personas? Pero vuelvo a lo mismo: yo siento que la vida me está preparando de a poquito para ese momento. Una vez lo hablé con Chris Martin de Coldplay, que también tuve el placer de conocer.
—¿Tuviste un encuentro con Chris Martin y él te aconsejó?
—Tuve tuve la suerte y el placer de conocerlo hace un par de meses, en Miami, él es lo máximo y siempre que toca en una ciudad le gusta hacer una pequeña juntada con artistas locales y de la región. Entonces, invita a un par, es como chiquitito, íntimo, escuchamos música, estuvo increíble. Charlamos y le mencioné este tema del hate porque yo justo estaba pasando una primer oleada grande, y él me dijo que él también recibe muchísimo hate. Y que lo toma como el precio que tiene que pagar por poder hacerle bien a un montón de gente con su música. Y yo eso lo tomé. También habló de lo importante de volver al ¿por qué? uno hace música, porque es muy fácil perderse en los eventos y en las alfombras rojas. Él tiene muy claro que hay que volver siempre a la raíz de por qué uno hace lo que hace y cuál es el objetivo fundamental de la música.