Después de mudarse a su casa de fin de semana, dejó el Derecho para dedicarse al paisajismo.
Como muchas personas durante la cuarentena extendida, Bárbara Rozanski hizo las valijas y se mudó con su familia a la que entonces era su...
Como muchas personas durante la cuarentena extendida, Bárbara Rozanski hizo las valijas y se mudó con su familia a la que entonces era su casa de fin de semana. Tal como dicen los gurúes del movimiento emprendedor, “crisis es oportunidad” y, en el caso de Bárbara, el traslado le sirvió para descubrir que su amor por la jardinería podía transformarse en una nueva profesión. Ya lejos de Tribunales y cerca de su porción de verde, cambió la lectura de libros de Derecho por visitas asiduas a los viveros. Pero no nos adelantemos: antes, hubo que ampliar la casa para que pudiera ser el hogar permanente de cinco.
“Además de un dormitorio y una suite, queríamos agrandar el espacio común con un family. En lo estético, el norte fue lograr un estilo Hamptons (con un toque más moderno), sin anular la impronta de la casa original”, detalla la dueña. Con esas premisas, convocó sin vacilar al estudio de arquitectura y diseño de Mariana Flombaum, en cuyo talento confió por completo.
Aprovechando la altura de los techos, se colocó un paño fijo en el comedor, unos centímetros por encima de la puerta que lo comunica con la galería.
El arte es vital en mis propuestas de interiorismo: termina de dar carácter y define la personalidad de un proyecto”, asegura Mariana Flombaum, a cargo del proyecto de renovación.
Mariana Flombaum, a cargo del proyecto
El family (abajo) se ubicó como antesala del living. Las mesas con base de planchuela de hierro y el sillón donde todos se reúnen a ver series y partidos son diseño del Estudio. En la misma escala de grises, una foto que le gustaba a la dueña de casa se imprimió a medida.
Gran fachada y merecido paisajismo“El cambio más importante fue la fachada. Originalmente era de ladrillo a la vista, pero la cubrimos con un siding de hormigón blanco para lograr el estilo playero que los dueños buscaban”, nos explica Mariana Flombaum.
En el jardín delantero, Bárbara hizo grandes canteros con dietes, Gaura lindheimeri y Strelitzia nicolai, más alineadas con el nuevo estilo de la casa. “Este jardín es mi espacio de experimentación: acá pruebo muchas plantas antes de proponérselas a mis clientes”.
Una cocina para los 365 días del año“Para que se pudiera para vivir acá de modo permanente, era claro que había que replantear la cocina a fondo: no era para nada funcional y tenía muy poco lugar de guardado”, comparte Bárbara Rozanski.
La cocina fue diseñada a medida con mobiliario laqueado en color verde celadón. Tanto las estanterías de hierro amuradas como las alacenas de puertas vidriadas y marcos blancos son diseño de Mariana Flombaum
Felices exterioresLos dueños de casa quisieron mantener los techos altos con tejas y la distribución en una sola planta con preponderancia del jardín. “Siempre nos gustó la vista al verde desde todos los ambientes”, dicen.
El paisajismo me abrió un mundo fascinante en el que tenía todo por aprender, algo que me dio enorme energía y entusiasmo. Josefina Casares y Martina Barzi, de Pampa Infinita, despertaron en mí el amor por ese diseño.
Bárbara Rozanski, dueña de casa y creadora de Aloha Paisajismo
Sector privadoFrente a los cuartos que dan a la calle, Bárbara plantó grandes canteros que garantizan reparo, con plantas en un estilo más suelto que el que ofrecía la parquización original, con topiarios y arbustos de porte rígido.
“Armamos una caja monocromática muy luminosa para que mobiliario, arte y objetos se destacaran por su diseño y materialidad. Fue un modo más de darle nueva energía a la casa y transformar cada rincón”, dice Flombaum.