La mascota robot que marca tendencia entre los jóvenes en China
La inteligencia artificial (IA) y la robótica pisan fuerte no solo en el ...
La inteligencia artificial (IA) y la robótica pisan fuerte no solo en el ámbito de las empresas y el trabajo, sino también en el complejo universo de las relaciones sociales. Los motivos, sin embargo, son alarmantes: a nivel mundial, el 25% de la población mundial reporta sentimientos de aislamiento social y soledad, mientras que el 5% de los adultos padecen depresión, lo que equivale aproximadamente a 280 millones de personas, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este escenario, países como China comenzaron a implementar tecnologías avanzadas para mejorar el bienestar de las personas. Así surgió BooBoo, un robot peludo -similar a un conejillo de India y del tamaño de una pelota de rugby- con IA, creado por la empresa Hangzhou Genmoor Technology. Su valor es de 1400 yuanes (190 dólares). Adam Duan, miembro de Hangzhou Genmoor Technology, comenta que el propósito del producto es resolver las necesidades sociales de los niños y adolescentes.
“Tengo la impresión de tener a alguien con quien compartir los momentos felices”, explica a AFP Zhang Yachun, una joven de 19 años, quien durante mucho tiempo sufrió ansiedad y dificultad para hacer nuevos amigos. Su compañero peludo tiene el mismo papel que un amigo humano, asegura. “Te hace sentir como que sos alguien a quien se necesita”, sostiene. Quizás por eso, un día le compró en una tienda de animales un pequeño abrigo diseñado para perros.
Robots sociales, un mercado en augeEl mercado de los robots sociales, como BooBoo, se podría multiplicar por siete hacia 2033, hasta un monto de 42.500 millones de dólares, según la consultora IMARC Group. Asia ya se encuentra como el principal continente que domina este sector.
Un caso similar al de BooBoo es Baby Alpha, el perro robot de la empresa Weilan, que se vende a 26.000 yuanes (3.500 dólares). Alrededor del 70% de los compradores son familias con niños pequeños, según la compañía.
Guo Zichen, de 33 años, cree que un animal doméstico robot permite contrarrestar el tiempo que él no dedica a sus hijos. “La gente pasa ahora menos tiempo con sus hijos”, dice, y agrega que un robot puede ayudar “a revisar o a hacer otras actividades”. Sin embargo, Zichen duda que estos robots puedan aportar la misma alegría que un animal. “La principal diferencia es que los perros reales tienen un alma”, asevera.
La política del hijo únicoLos expertos señalan que los efectos de la larga política del hijo único -implementada en los años 80 y eliminada en 2016- están impulsando este mercado. Las personas nacidas en aquella época hoy rondan entre los 40 y 49 años y, muchas de ellas no disponen de tiempo para dedicarle a la familia ya que la competencia laboral es feroz. Eso deja “poco lugar para las interacciones personales, lo que lleva a la gente a buscar alternativas para responder a sus necesidades emocionales”, considera Wu Haiyan, profesora especializada en IA y psicología en la Universidad de Macao. Este acompañamiento, aunque sea virtual, “mejora el bienestar de los individuos que se sentirían de otra manera aislados”, añade la investigadora.
Zhang Peng, el padre de Zhang Yachun, comprende el apego de su hija por su robot. “Cuando éramos jóvenes, no faltaban los amigos. Teníamos un montón apenas salíamos por la puerta de casa”, explica este hombre de 51 años. “Hoy en día, los jóvenes urbanos parece que tienen mucha presión, por lo que les pueden faltar amigos”, dice. En esta línea, su hija afirma que la adquisición de BooBoo la ayudó a hablar de sus preocupaciones con sus padres.